JMJ
Pax
¿Vas a tenerme rencor porque yo soy bueno?
† Lectura del santo Evangelio según san Mateo 20, 1-16
Gloria a ti, Señor.
En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos esta parábola:
"El Reino de los cielos es semejante a un propietario que, al amanecer, salió a contratar trabajadores para su viña. Después de quedar con ellos en pagarles un denario por día, los mandó a su viña. Salió otra vez a media mañana, vio a unos que estaban ociosos en la plaza y les dijo:
"Vayan también ustedes a mi viña y les pagaré lo que sea justo".
Salió de nuevo a medio día y a media tarde e hizo la mismo. Por último, salió también al caer la tarde y encontró todavía otros que estaban en la plaza y les dijo:
"¿Por qué han estado aquí todo el día sin trabajar?"
Ellos le respondieron:
"Porque nadie nos ha contratado".
El les dijo:
"Vayan también ustedes a mi viña".
Al atardecer, el dueño de la viña le dijo a su administrador:
"Llama a los trabajadores y págales su jornal, comenzando por los últimos hasta que llegues a los primeros".
Se acercaron, pues, los que habían llegado al caer la tarde y recibieron un denario cada uno.
Cuando les llegó su turno a los primeros, creyeron que recibirían más; pero también ellos recibieron un denario cada uno. Al recibirlo, comenzaron a reclamarle al propietario, diciéndole:
"Esos que llegaron al último sólo trabajaron una hora y, sin embargo, les pagas lo mismo que a nosotros, que soportamos el peso del día y del calor".
Pero él respondió a uno de ellos:
"Amigo, yo no te hago ninguna injusticia. ¿Acaso no quedamos en que te pagaría un denario? Toma, pues, lo tuyo y vete. Yo quiero darle al que llegó al último lo mismo que a ti. ¿Qué no puedo hacer con lo mío lo que yo quiero? ¿O vas a tenerme rencor porque yo soy bueno?"
De igual manera, los últimos serán los primeros, y los primeros, los últimos".
Palabra del Señor.
Gloria a ti, Señor Jesús.
Suplicamos tu oración: Esto es gratis pero cuesta. No sería posible sin tus oraciones: al menos un Avemaría de corazón por cada email que leas. Dios te salve María, llena eres de Gracia, el Señor es contigo; bendita tu eres entre todas las mujeres y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús; Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén. ¡Recuérdanos en tus intenciones de Misa!
Aclaración: una relación muere sin comunicación y comunidad-comunión. Con Dios es igual: las "palabras de vida eterna" (Jn 6,68; Hc 7,37) son fuente de vida espiritual (Jn 6, 63), pero no basta charlar por teléfono (oración), es necesario visitarse, y la Misa permite ver a Jesús, que está tan presente en la Eucaristía, que Hostias han sangrado: www.therealpresence.org/eucharst/mir/span_mir.htm
Por leer la Palabra, no se debe dejar de ir a Misa, donde ofrecemos TODO (Dios) a Dios: al actualizarse el sacrificio de la Cruz, a) co-reparamos el daño que hacen nuestros pecados al Cuerpo de Cristo que incluye los Corazones de Jesús y de María, a Su Iglesia y nosotros mismos, b) adoramos, c) agradecemos y d) pedimos y obtenemos Gracias por nuestras necesidades y para la salvación del mundo entero… ¿Que pasa en CADA Misa? 5 minutos: http://www.youtube.com/watch?v=v82JVdXAUUs
Nota: es una película protestante, por eso falta LA MADRE.
El Misterio de la Misa en 2 minutos: https://www.youtube.com/watch?v=0QCx-5Aqyrk
El que no valora una obra de arte es porque necesita cultura: https://www.youtube.com/watch?v=mTKKaT-KaKw
Lo que no ven tus ojos (2 minutos): http://www.gloria.tv/media/y3hgYNp23xu
El Gran Milagro (película completa): http://www.gloria.tv/media/hYyhhps7cqX
Explicación: http://www.youtube.com/watch?v=eFObozxcTUg#!
San Leonardo, "El GRAN tesoro oculto de la Santa Misa": http://iteadjmj.com/LIBROSW/lpm1.doc
Audio (1/5): https://www.youtube.com/watch?v=2NjKuVnxH58
Si Jesús se apareciera, ¿no correríamos a verlo, tocarlo, adorarlo? Jesús está aquí y lo ignoramos. Jesús nos espera (Mc 14,22-24) en la Eucaristía: "si no coméis la carne del Hijo del hombre, y no bebéis su sangre, no tenéis vida en vosotros" (Jn 6,53; 1 Jn 5,12). La Misa es lo mínimo para salvarnos. Es como si un padre dijera "si no comes, te mueres, así que come al menos una vez por semana". Si comulgamos en estado de Gracia y con amor, nos hacemos uno (común-unión) con el Amor y renovamos la Nueva Alianza de Amor. Si faltamos a las bodas del Cordero (Ap.19,7-10) con su Iglesia (nosotros), sabiendo que rechazamos el Amor de Dios, que está derramando toda su Sangre por nuestros pecados personales, nos auto-condenamos a estar eternamente sin Amor: si una novia falta a su boda, es ella la que se aparta del amor del Novio para siempre, sabiendo que Él da la Vida por ella en el altar. ¿Qué pensaríamos si un cónyuge le dice al otro: "Te amo, pero no quiero verte todos los días, y menos los de descanso"? ¿Le ama realmente?
Faltar a Misa viola los principales mandamientos: el primero ("Amar a Dios sobre todas las cosas") y tercero ("Santificar las fiestas"). Por nuestro propio bien y evitar el infierno eterno, Dios sólo nos pide que nos regalemos 1 de las 168 horas de vida que Él nos regala cada semana: 0,6% ¡No seamos ingratos! Idolatramos aquello que preferimos a Él: los "dioses" son el descanso, entretenimiento, comida, trabajo, compañía, flojera. Prefieren baratijas al oro. Si en la Misa repartieran 1 millón de dólares a cada uno, ¿qué no harías para asistir? ¡Pues recibes infinitamente más! "Una misa vale más que todos los tesoros del mundo"… Por todo esto, es pecado mortal faltar sin causa grave a la Misa dominical y fiestas (Catecismo 2181; Mt 16, 18-19; Ex 20,8-10; Tb 1,6; Hch 20,7; 2 Ts 2,15).
Si rechazamos la Misa, ¿cómo vamos a decir "Padre Nuestro" si rechazamos volver a la Casa del Padre? ¿cómo decir "Santificado sea Tu Nombre", "Venga a nosotros Tu Reino", "Hágase Tu Voluntad", "Danos hoy nuestro pan supersubstancial de cada día" y "no nos dejes caer en la tentación más líbranos del malo", si todo eso lo obtenemos de la Misa?
Estamos en el mundo para ser felices para siempre, santos. Para lograr la santidad, la perfección del amor, es imprescindible la Misa y comunión, si es posible, diaria, como pide la Cátedra de Pedro, el representante de Cristo en la tierra (Canon 904). Antes de comulgar debemos confesar todos los pecados mortales: "quien come y bebe sin discernir el Cuerpo, come y bebe su propia condenación" (1 Cor 11,29; Rm 14,23). ¿Otros pecados mortales? no confesarse con el Sacerdote al menos una vez al año (CDC 989), no comulgar al menos en tiempo pascual (920), abortar (todos los métodos anticonceptivos no barrera son abortivos), promover el aborto (derecho a decidir, derechos (i)reproductivos, fecundación artificial), planificación natural sin causa grave, deseo o actividad sexual fuera del matrimonio por iglesia, privar de Misa a niños en uso de razón, borrachera, drogas, comer a reventar, envidia, calumnia, odio o deseo de venganza, ver pornografía, robo importante, chiste o burla de lo sagrado… ver más en http://www.iesvs.org/p/blog-page.html
Si no ponemos los medios para confesamos lo antes posible y nos sorprende la muerte sin arrepentirnos, nos auto-condenamos al infierno eterno (Catecismo 1033-41; Mt. 5,22; 10, 28; 13,41-50; 25, 31-46; Mc 9,43-48, etc.). Estos son pecados mortales objetivamente, pero subjetivamente, pueden ser menos graves, si hay atenuantes como la ignorancia. Pero ahora que lo sabes, ya no hay excusa (Jn 15,22).
† Misal
25a. Dom Ord Ciclo A
Antífona de Entrada
Yo soy la salvación de mi pueblo, dice el Señor. Los escucharé en cualquier tribulación en que me llamen y seré siempre su Dios.
Oración Colecta
Oremos:
Dios nuestro, que en el amor a ti y a nuestro prójimo has querido resumir toda tu ley, concédenos descubrirte y amarte en nuestros hermanos para que podamos alcanzar la vida eterna.
Por nuestro Señor Jesucristo...
Amén.
Primera lectura
Mis pensamientos no son los pensamientos de ustedes
Lectura del libro de Isaías 55, 6-9
Busquen al Señor mientras lo pueden encontrar, invóquenlo mientras está cerca; que el malvado abandone su camino y el criminal sus planes; que regrese al Señor, y él tendrá piedad; a nuestro Dios, que es rico en perdón.
Mis pensamientos no son los pensamientos de ustedes, sus caminos no son mis caminos, dice el Señor. Porque así como aventajan los cielos a la tierra, así aventajan mis caminos a los de ustedes y mis pensamientos a sus pensamientos.
Palabra de Dios.
Te alabamos, Señor.
Salmo Responsorial
Del salmo 144
Bendeciré al Señor eternamente.
Un día tras otro bendeciré tu nombre y no cesará mi boca de alabarte. Muy digno de alabanza es el Señor, por ser su grandeza incalculable.
Bendeciré al Señor eternamente.
El Señor es compasivo y misericordioso, lento para enojarse y generoso para perdonar. Bueno es el Señor para con todos y su amor se extiende a todas sus criaturas.
Bendeciré al Señor eternamente.
Siempre es justo el Señor en sus designios y están llenas de amor todas sus obras. No esta lejos de aquellos que lo buscan; muy cerca está el Señor, de quien lo invoca.
Bendeciré al Señor eternamente.
Segunda Lectura
Para mí, la vida es Cristo y la muerte, una ganancia
Lectura de la carta del apóstol san Pablo a los Filipenses 1, 20-24.27
Hermanos:
Ya sea por mi vida, ya sea por mi muerte Cristo será glorificado en mí. Porque para mí, la vida es Cristo, y la muerte una ganancia. Pero si el continuar viviendo en este mundo me permite trabajar todavía con fruto, no sabría yo qué elegir.
Me hacen fuerza ambas cosas: por una parte el deseo de morir y estar con Cristo, lo cual,
ciertamente, es con mucho lo mejor; y por la otra, el de permanecer en vida, porque esto es necesario para el bien de ustedes. Por lo que a ustedes toca, lleven una vida digna del Evangelio de Cristo.
Palabra de Dios.
Te alabamos, Señor.
Aclamación antes del Evangelio
Aleluya, aleluya.
Abre, Señor, nuestros corazones para que comprendamos las palabras de tu Hijo.
Aleluya.
Evangelio
¿Vas a tenerme rencor porque yo soy bueno?
† Lectura del santo Evangelio según san Mateo 20, 1-16
Gloria a ti, Señor.
En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos esta parábola:
"El Reino de los cielos es semejante a un propietario que, al amanecer, salió a contratar trabajadores para su viña. Después de quedar con ellos en pagarles un denario por día, los mandó a su viña. Salió otra vez a media mañana, vio a unos que estaban ociosos en la plaza y les dijo:
"Vayan también ustedes a mi viña y les pagaré lo que sea justo".
Salió de nuevo a medio día y a media tarde e hizo la mismo. Por último, salió también al caer la tarde y encontró todavía otros que estaban en la plaza y les dijo:
"¿Por qué han estado aquí todo el día sin trabajar?"
Ellos le respondieron:
"Porque nadie nos ha contratado".
El les dijo:
"Vayan también ustedes a mi viña".
Al atardecer, el dueño de la viña le dijo a su administrador:
"Llama a los trabajadores y págales su jornal, comenzando por los últimos hasta que llegues a los primeros".
Se acercaron, pues, los que habían llegado al caer la tarde y recibieron un denario cada uno.
Cuando les llegó su turno a los primeros, creyeron que recibirían más; pero también ellos recibieron un denario cada uno. Al recibirlo, comenzaron a reclamarle al propietario, diciéndole:
"Esos que llegaron al último sólo trabajaron una hora y, sin embargo, les pagas lo mismo que a nosotros, que soportamos el peso del día y del calor".
Pero él respondió a uno de ellos:
"Amigo, yo no te hago ninguna injusticia. ¿Acaso no quedamos en que te pagaría un denario? Toma, pues, lo tuyo y vete. Yo quiero darle al que llegó al último lo mismo que a ti. ¿Qué no puedo hacer con lo mío lo que yo quiero? ¿O vas a tenerme rencor porque yo soy bueno?"
De igual manera, los últimos serán los primeros, y los primeros, los últimos".
Palabra del Señor.
Gloria a ti, Señor Jesús.
Oración de los Fieles
Celebrante:
Oremos, hermanos y hermanas, por todos los seres humanos y por sus necesidades, para que nunca falte a nadie la ayuda de nuestro amor:
A cada petición respondemos: Te rogamos, Señor, óyenos.
Por el santo Padre, el Papa, por nuestros obispos, presbíteros y diáconos; para que cuiden santamente el pueblo que tienen encomendado, roguemos al Señor.
Te rogamos, Señor, óyenos.
Por los gobernantes, por los responsables del bien común y por los que tienen en sus manos las riquezas del mundo; para que fomenten la justicia, el bienestar, la paz y la libertad, roguemos al Señor.
Te rogamos, Señor, óyenos.
Por los que padecen hambre y otras necesidades, por los que están enfermos o se sienten oprimidos, por los que añoran la patria o viven lejos de sus familias y de sus hogares; para que experimenten el consuelo y la fortaleza de Dios, roguemos al Señor.
Te rogamos, Señor, óyenos.
Para que Dios nos conceda el gozo del Espíritu, el perdón de los pecados, la perseverancia en la fe y en las buenas obras y la salvación eterna de nuestras almas, roguemos al Señor.
Te rogamos, Señor, óyenos.
Celebrante:
Padre justo y Dios lleno de bondad, que das a los primeros lo mismo que a los últimos, escucha nuestras oraciones y haz que comprendamos que, como el cielo aventaja a la tierra, así tus caminos aventajan a los nuestros; y que es un gran honor haber sido llamados, desde el amanecer, a trabajar en tu viña.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
Amén.
Oración sobre las Ofrendas
Acepta, Señor, las ofrendas de tu pueblo, para que alcance en el sacramento eucarístico los bienes en que ha creído por la fe.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
Amén.
Prefacio
La salvación, fruto de la obediencia de Cristo
En verdad es justo y necesario, es nuestro deber y salvación, darte gracias siempre y en todo lugar, Señor, Padre santo, Dios todopoderoso y eterno.
Porque tu amor al mundo fue tan misericordioso, que no sólo nos enviaste como redentor a tu propio Hijo, sino que lo quisiste en todo semejante a nosotros, menos en el pecado, para poder así amar en nosotros lo que en él amabas. Con su obediencia has restaurado aquellos dones que por nuestra desobediencia habíamos perdido.
Por eso,
ahora nosotros, llenos de alegría, te aclamamos con los ángeles y los santos diciendo:
Antífona de la Comunión
Tú, Señor, promulgas tus decretos para que se observen exactamente; ¡ojalá esté firme mi camino para cumplir tus preceptos!
Oración después de la Comunión
Oremos:
Que tu auxilio, Señor, nos acompañe siempre a los que alimentas con tus sacramentos, para que por ellos y en nuestra propia vida recibamos los frutos de la redención.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
Amén
__________________________________________________________________________________________
Dia 24/09 Nuestra Señora de la Merced (blanco)
Antífona de Entrada
¡Salve, Madre santa, Virgen, Madre del Rey, que gobierna cielo y tierra por los siglos de los siglos!
Oración Colecta
Oremos:
Te pedimos, Señor, que nosotros, tus siervos, gocemos siempre de salud del alma y del cuerpo; y por la intercesión de Santa María, la Virgen, líbranos de las tristezas de este mundo y concédenos las alegrías del cielo.
Por nuestro Señor Jesucristo...
Amén.
Primera Lectura
El amor es fuerte como la muerte
Lectura del Cantar de los Cantares 8, 6-7
Grábame como un sello en tu brazo, como un sello en tu corazón, porque es fuerte
el amor como la muerte; es cruel la pasión como el abismo; es centella de fuego, llamarada divina: las aguas torrenciales no podrán apagar el amor, ni anegarlo los ríos.
Si alguien quisiera comprar el amor con todas las riquezas de su casa, se haría despreciable.
Palabra de Dios.
Te alabamos, Señor.
Salmo Responsorial Del Salmo 148
Aleluya!
Alaben al Señor en el cielo, alaben al Señor en lo alto; alábenlo todos su ángeles, alábenlo todos sus ejércitos.
Aleluya!
Reyes y pueblos del orbe, príncipes y jefes del mundo; los jóvenes y también las doncellas, los viejos junto con los niños.
Aleluya!
Alaben el nombre del Señor, el único nombre sublime. Su majestad sobre el cielo y la tierra; él acrece el vigor de su pueblo.
Aleluya!
Alabanza de todos sus fieles; de Israel, su pueblo escogido.
Aleluya!
Aclamación antes del Evangelio
Aleluya, aleluya.
¡Dichosos los que escuchan la palabra de Dios y la empleen!.
Aleluya.
Evangelio
Dichoso el vientre que te llevó
† Lectura del santo Evangelio según san Lucas 11, 27-28
Gloria a ti, señor.
En aquel tiempo, mientras Jesús hablaba a las turbas, una mujer de entre el gentío levantó la voz diciendo:
"¡Dichosos el vientre que te llevó y los pechos que te criaron!"
pero él repuso:
Mejor: ¡Dichoso los que escuchaban la palabra de Dios y la cumplen!
Palabra del Señor.
Gloria a ti, Señor Jesús.
Oración sobre las Ofrendas
El amor y la gracia de tu Hijo, hecho hombre por nosotros, sea nuestro socorro, Señor; y el que al nacer de la Virgen no menoscabó la integridad de su Madre, sino que la santificó, nos libre del peso de nuestros pecados y vuelva así aceptable nuestra ofrenda delante de tus ojos.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
Amén.
Prefacio
María, imagen de la humanidad nueva
En verdad es justo darte gracias, Padre Santo, fuente de la vida y de la alegría.
Porque en esta etapa final de la historia has querido revelarnos el misterio escondido desde siglos, para que así el mundo entero retorne a la vida y recobre la esperanza. En Cristo, nuevo Adán, y en María, nueva Eva, se revela el misterio de tu Iglesia, como primicia de la humanidad redimida. Por este inefable don la creación entera, con la fuerza del Espíritu Santo, emprende de nuevo su camino hacia la Pascua eterna.
Por eso,
nosotros, unidos a los ángeles y a los santos, cantamos a una voz el himno de tu gloria:
Antífona de la Comunión
Dichoso el vientre de María, la Virgen, que llevó al Hijo del Eterno Padre.
Oración después de la Comunión
Oremos:
Al recibir estos sacramentos, Señor imploramos de tu misericordia que cuantos nos gozamos en la festividad de María, siempre Virgen, nos entreguemos como ella al servicio de tu plan de salvación sobre los hombres.
por Jesucristo, nuestro Señor.
Amén
__________________________________________________________________________________________
† Meditación diaria
Vigésimo quinto Domingo
ciclo a
LA VIÑA DEL SEÑOR
— Los planes de Dios. El honor de trabajar en su viña.
— En la viña del Señor hay lugar y trabajo para todos.
— Sentido positivo de las circunstancias que rodean nuestra vida. Ahí y no en otro lugar quiere el Señor que nos santifiquemos y llevemos a cabo un fecundo apostolado.
I. En la vida de las personas se dan momentos particulares en los que Dios concede especiales gracias para encontrarle. La inminencia de la vuelta del destierro del pueblo elegido supone uno de esos momentos privilegiados de cercanía del Señor.
Muchos hebreos se contentaban con volver a ver la ciudad santa, Jerusalén. En esto estaba su esperanza y su alegría. Pero Dios exige más, pide el abandono del pecado, la conversión del corazón. Por eso pregona por boca del Profeta Isaías, según leemos en la Primera lectura de la Misa1: Mis planes no son vuestros planes, mis caminos no son vuestros caminos... Como el cielo es más alto que la tierra, mis caminos son más altos que los vuestros, mis planes más altos que vuestros planes. ¡Tantas veces nos quedamos cortos ante las maravillas que Dios nos tiene preparadas! ¡En tantos momentos nuestros planteamientos se quedan pequeños!
En los textos de la liturgia de la Misa de este domingo, la Iglesia nos recuerda el misterio de la sabiduría de Dios, siempre unido a unos deseos redentores: Yo soy la salvación del Pueblo, dice el Señor: si me invocan en la tribulación, los escucharé y seré siempre su Señor2. Y en el Evangelio3, el Señor quiere que consideremos cómo esos planes redentores están íntimamente relacionados con el trabajo en su viña, cualesquiera que sean la edad o las circunstancias en que Dios se ha acercado y nos ha llamado para que le sigamos. El Reino de los Cielos se parece a un propietario que al amanecer salió a contratar jornaleros para su viña. Ajustó con ellos el jornal en un denario y los envió a trabajar. Pero hacían falta brazos, y el amo salió en otras ocasiones, desde la primera hora de la mañana hasta el atardecer, a buscar más jornaleros. Al final, todos recibieron la misma paga: un denario. Entonces, los que habían trabajado más tiempo protestaron al ver que los últimos llamados recibían la misma paga que ellos. Pero el propietario les respondió: Amigo, no te hago ninguna injusticia. ¿No nos ajustamos en un denario?... Quiero darle a este último igual que a ti. ¿Es que no tengo libertad para hacer lo que quiera con mis asuntos?
No quiere el Señor darnos aquí una enseñanza de moral salarial o profesional. Nos dice que en el mundo de la gracia todo, incluso lo que parece que se nos debe como justicia por las obras buenas realizadas, es un puro don. El que fue llamado al alba, en los comienzos de su vida, a seguir más de cerca a Cristo, no puede presumir de tener mayores derechos que el que lo ha sido en la edad madura, o quizá a última hora de su vida, en el crepúsculo. Y estos últimos no deben desalentarse pensando que quizá es demasiado tarde. Para todos el jornal se debe a la misericordia divina, y es siempre inmenso y desproporcionado por lo que aquí hayamos trabajado para el Señor. La grandeza de sus planes está siempre por encima de nuestros juicios humanos, de no mucho alcance.
Nosotros, llamados a la viña del Señor a distintas horas, solo tenemos motivos de agradecimiento. La llamada, en sí misma, ya es un honor. "Ninguno hay –afirma San Bernardo–, a poco que reflexione, que no halle en sí mismo poderosos motivos que le obliguen a mostrarse agradecido a Dios. Y nosotros especialmente, porque nos escogió para sí y nos guardó para servirle a Él solo"4.
II. Id también vosotros a mi viña.
Entre los males que aquejan a la humanidad, hay uno que sobresale por encima de todos: son pocas las personas que de verdad, con intimidad y trato personal, conocen a Cristo; muchos quizá mueran sin saber apenas que Cristo vive y que trae la salvación a todos. En buena parte dependerá de nuestro empeño el que muchos lo busquen y lo encuentren: "tanto es el trabajo que a todos espera en la viña del Señor. El "dueño de la casa" repite con más fuerza su invitación: Id vosotros también a mi viña"5. ¿Podremos permanecer indiferentes ante tantos que no conocen a Cristo? "Examine cada uno lo que hace –exhorta San Gregorio Magno–, y vea si trabaja ya en la viña del sembrador. Porque el que en esta vida procura el propio interés no ha entrado todavía en la viña del Señor. Pues para Él trabajan (...) los que se desvelan por ganar almas y se dan prisa por llevar a otros a la viña"6.
En el campo del Señor hay lugar y trabajo para todos: jóvenes y viejos, ricos y pobres, para hombres y mujeres que se encuentran en la plenitud de la vida y para quienes ya ven acercarse su atardecer, para los que parecen disponer de mucho tiempo libre y para los que han de hacer grandes esfuerzos y sacrificios por estar cada día con la familia... Incluso los niños, afirma el Concilio Vaticano II, "tienen su propia capacidad apostólica"7, y ¡qué fecundidad la de su apostolado en tantas ocasiones! Y los enfermos, ¡cuánto bien pueden hacer! "Por consiguiente, se impone a todos los cristianos la dulcísima obligación de trabajar para que el mensaje divino de la salvación sea conocido y aceptado por todos los hombres de cualquier lugar de la tierra"8.
Nadie que pase junto a nosotros en la vida deberá decir que no se sintió alentado por nuestro ejemplo y por nuestra palabra a amar más a Cristo. Ninguno de nuestros amigos, ninguno de nuestros familiares debería decir al final de sus vidas que nadie se ocupó de ellos.
III. El Papa Juan Pablo II, comentando esta parábola9, invitaba a mirar cara a cara este mundo nuestro con sus inquietudes y esperanzas: un mundo –añadía el Pontífice– cuyas situaciones económicas, sociales, políticas y culturales presentan problemas y dificultades más graves que las que describía el Concilio Vaticano II en uno de sus documentos10. "De todas formas –comentaba el Papa–, es esta la viña, y es este el campo en que los fieles laicos están llamados a vivir su misión. Jesús les quiere, como a todos sus discípulos, sal de la tierra y luz del mundo (Cfr. Mt 5, 13-14)".
No son gratas al Señor las quejas estériles, que suponen falta de fe, ni siquiera un sentido negativo y pesimista de lo que nos rodea, sean cuales fueran las circunstancias en las que se desarrolle nuestra vida. Es esta la viña, y es este el campo donde el Señor quiere que estemos, metidos en medio de esta sociedad, con sus valores y sus deficiencias. Es en la propia familia –esta y no otra– en la que nos hemos de santificar y la que hemos de llevar a Dios, en el trabajo que cada día nos espera, en la Universidad o en el Instituto... Esa es la viña del Señor donde Él quiere que trabajemos, sin falsas excusas, sin añoranzas, sin agrandar las dificultades, sin esperar oportunidades mejores. Para realizar ese apostolado tenemos las gracias necesarias. Y en esto se fundamenta todo nuestro optimismo. "Dios me llama y me envía como obrero a su viña; me llama y me envía a trabajar para el advenimiento de su Reino en la historia. Esta vocación y misión personal define la dignidad y la responsabilidad de cada fiel laico y constituye el punto de apoyo de toda la obra formativa (...). En efecto, Dios ha pensado en nosotros desde la eternidad y nos ha amado como personas únicas e irrepetibles, llamándonos a cada uno por nuestro nombre, como el Buen Pastor que a sus ovejas las llama a cada una por su nombre (Jn 10, 3). Pero el eterno plan de Dios se nos revela a cada uno solo a través del desarrollo histórico de nuestra vida y de sus acontecimientos, y, por tanto, solo gradualmente: en cierto sentido, de día en día"11. En cada jornada somos llamados por Dios para llevar a cabo sus planes de redención; en cada situación recibimos ayudas sobrenaturales eficaces para que las circunstancias que nos rodean nos sirvan de motivo para amar más a Dios y para realizar un apostolado fecundo.
San Pablo, en la Segunda lectura de la Misa12, escribe a los cristianos de Filipo: Me encuentro en esta alternativa: por un lado deseo partir para estar con Cristo, que es con mucho lo mejor; pero por otro, quedarme en esta vida veo que es más necesario para vosotros. ¡Tanta era su esperanza en Cristo, tanto su amor a aquellos primeros cristianos que había llevado a la fe! Pablo escribe estando encarcelado y sufriendo a causa de quienes, por rivalidad, quieren entorpecer su obra. Sin embargo, esto no le quita la paz y la serenidad, y no deja de seguir trabajando en la viña del Señor con los medios de que dispone. Rechacemos el pesimismo y la tristeza si alguna vez no obtenemos los resultados que esperábamos. "No admitas el desaliento en tu apostolado. No fracasaste, como tampoco Cristo fracasó en la Cruz. ¡Ánimo!... Continúa contra corriente, protegido por el Corazón Materno y Purísimo de la Señora: Sancta María, refugium nostrum et virtus!, eres mi refugio y mi fortaleza.
"Tranquilo. Sereno... Dios tiene muy pocos amigos en la tierra. No desees salir de este mundo. No rehúyas el peso de los días, aunque a veces se nos hagan muy largos"13.
1 Is 55, 6-9. — 2 Antífona de entrada. — 3 Mt 20, 1-16. —4 San Bernardo, Sermón 2, para el Domingo VI después de Pentecostés, 1. — 5 Juan Pablo II, Exhort. Apost. Christifideles laici, 30-XII-1988, 3. — 6 San Gregorio Magno, Homilías sobre el Evangelio, 19, 2. — 7 Conc. Vat. II, Decr. Apostolicam actuositaten, 12. — 8 Ibídem, 3. — 9 Cfr. Juan Pablo II, loc. cit., 3. — 10 Cfr. Conc. Vat. II. Const. Gaudium et spes. — 11 Juan Pablo II, loc. cit., 58. — 12 Flp 1, 20-24; 27. — 13 San Josemaría Escrivá, Vía Crucis, Rialp. 2ª ed., Madrid 1981, XIII, n. 3.
__________________________________________________________________________________________
24 de septiembre
NUESTRA SEÑORA DE LA MERCED*
Memoria
— Nuestra Madre Santa María, eficaz intercesora para librarnos de todas las ataduras.
— Sus manos están llenas de gracias y de dones.
— Acudir siempre a su Maternidad divina.
I. Proclama mi alma la grandeza del Señor, porque auxilia a Israel, su siervo, acordándose de la misericordia, como lo había prometido a nuestros padres1.
A la Virgen Santísima se la venera con el título de la Merced en muchos lugares de Aragón, Cataluña y del resto de España y de América latina. Bajo esta advocación nació una Orden religiosa, que tuvo como misión rescatar cautivos cristianos en poder de los musulmanes. "Todos los símbolos de las imágenes de la Merced nos recuerdan su función liberadora: cadenas rotas y grilletes abiertos, como sus brazos y manos extendidas ofreciendo la libertad..., su Hijo Redentor"2. Hoy, la Orden dedica sus afanes principalmente a librar a las almas de los cristianos de las cadenas del pecado, más fuertes y más duras que las de la peor de las prisiones. En la fiesta de nuestra Madre, debemos acordarnos de nuestros hermanos que de diferentes modos sufren cautiverio o son marginados a causa de su fe, o padecen en un ambiente hostil a sus creencias. Se trata en ocasiones de una persecución sin sangre, la de la calumnia y la maledicencia, que los cristianos tuvieron ya ocasión de conocer desde los orígenes de la Iglesia y que no es extraña en nuestros días, incluso en países de fuerte tradición cristiana.
Dios padece, también hoy, en sus miembros. Naturalmente, "no llora en los cielos, donde habita en una luz inaccesible y donde goza eternamente de una felicidad infinita. Dios llora en la tierra. Las lágrimas se deslizan ininterrumpidamente por el rostro divino de Jesús, que, aun siendo uno con el Padre celestial, aquí en la tierra sobrevive y sufre (...). Y las lágrimas de Cristo son lágrimas de Dios.
"De este modo, Dios llora en todos los afligidos, en todos los que sufren, en todos los que lloran en nuestro tiempo. No podemos amarlo si no enjugamos sus lágrimas"3. La Pasión de Cristo, en cierto modo, continúa en nuestros días. Sigue pasando con la Cruz a cuestas por nuestras calles y plazas. Y nosotros no podemos quedar indiferentes, como meros espectadores.
Hemos de tener un corazón misericordioso para todos aquellos que sufren la enfermedad o se encuentran necesitados. Debemos pedir unidos en la Comunión de los Santos por todos aquellos que de algún modo sufren a causa de su fe, para que sean fuertes y den testimonio de Cristo. Y de modo muy particular hemos de vivir la misericordia con aquellos que experimentan el mayor de los males y de las opresiones: la del pecado.
La Primera lectura de la Misa4 nos habla de Judit, aquella mujer que con gran valentía liberó al Pueblo elegido del asedio de Holofernes. Así cantaban todos, llenos de alegría: Tú eres la gloria de Jerusalén, tú eres el honor de Israel, tú eres el orgullo de nuestra raza. Con tu mano lo hiciste, bienhechora de Israel... La Iglesia aplica a la Virgen María de la Merced este canto de júbilo, pues Ella es la nueva Judit, que con su fiat trajo la salvación al mundo, y cooperó de modo único y singular en la obra de nuestra salvación. Asociada a su Pasión junto a la Cruz, es ahora elevada a la ciudad celeste, abogada nuestra y dispensadora de los tesoros de la redención5. A la Virgen de la Merced acudimos hoy como eficaz intercesora, para que mueva a esos amigos, parientes o colegas que se encuentran alejados de su Hijo para que se acerquen a Él, especialmente a través del sacramento de la Penitencia, y para que fortalezca y alivie a quienes de alguna forma sufren persecución por ser fieles en su fe.
A Ella acudimos también para pedirle por esas pequeñas necesidades que la familia tiene, y que tan necesarias nos son también a nosotros. Nuestra Madre del Cielo siempre se distinguió por su generosidad en conceder mercedes.
II. En el Evangelio de la Misa leemos el momento en que el Señor nos dio a su Madre como Madre nuestra: Jesús, al ver a su Madre y cerca al discípulo que tanto quería, dijo a su Madre: Mujer, ahí tienes a tu hijo. Luego, dijo al discípulo: Ahí tienes a tu Madre. Y desde aquella hora, el discípulo la recibió en su casa6. Nos dio a María como Madre amantísima7. Ella cuida siempre con afecto materno a los hermanos de su Hijo que se hallan en peligros y ansiedad, para que, rotas las cadenas de toda opresión, alcancen la plena libertad del cuerpo y del espíritu8. Sus manos están siempre llenas de gracias y dones de mercedes- para derramarlos sobre sus hijos. Siempre que nos encontremos en un apuro, en una necesidad, hemos de acudir, como por instinto, a la Madre del Cielo. Especialmente si en algún momento se nos presenta una dificultad interior esos nudos y enredos que el demonio tiende a poner en las almas que separan de los demás y hacen dificultoso el camino que lleva a Dios. Ella es Auxilio de los cristianos, como le decimos en las Letanías, nuestro auxilio y socorro en esta larga singladura que es la vida, en la que encontraremos vientos y tormentas.
De mil maneras, los cristianos hemos acudido a Nuestra Señora: visitando sus santuarios, en medio de la calle, cuando se ha presentado la tentación, con el rezo del Santo Rosario... Uno de los testimonios más antiguos de la devoción filial a la Virgen se halla en esa oración tantas veces repetida: Sub tuum praesidium confugimus... "Nos acogemos bajo tu protección, Santa Madre de Dios: no desprecies las súplicas que te dirigimos en nuestra necesidad, antes bien sálvanos siempre de todos los peligros, Virgen gloriosa y bendita"9, y en la oración Memorare o Acordaos, que podemos rezar cada día por aquel de la familia que más lo necesite.
A Ella le decimos con versos de un poeta catalán, puestos en una hornacina de una calle de Barcelona: Verge i Mare // consol nostre, // femnos trobar el bon camí. // Jo sóc home, // sóc fill vostre. // Vos l'estel, yo el pelegrí. "Virgen y Madre, consuelo nuestro, haznos encontrar el buen camino. Yo soy hombre, soy hijo vuestro. Tú eres la estrella, yo el peregrino". Tú iluminarás siempre mi camino.
III. Mujer, ahí tienes a tu hijo. Al aceptar al Apóstol Juan como hijo suyo muestra su amor incomparable de Madre. "Y en aquel hombre oraba el Papa Juan Pablo II te ha confiado a cada hombre, te ha confiado a todos. Y Tú, que en el momento de la Anunciación, en estas sencillas palabras: He aquí la esclava del Señor, hágase en mí según tu palabra (Lc 1, 38), has concentrado todo el programa de tu vida, abrazas a todos, buscas maternalmente a todos (...). Perseveras de manera admirable en el misterio de Cristo, tu Hijo unigénito, porque estás siempre dondequiera están los hombres sus hermanos, dondequiera está la Iglesia"10. Sus manos se encuentran siempre llenas de gracias, siempre dispuestas a derramarlas sobre sus hijos.
San Juan recibió a María en su casa y cuidó con suma delicadeza de Ella hasta que fue asunta a los Cielos en cuerpo y alma: Y desde aquella hora, el discípulo la recibió en su casa. "Los autores espirituales han visto en esas palabras, que relata el Santo Evangelio, una invitación dirigida a todos los cristianos para que pongamos también a María en nuestras vidas. En cierto sentido, resulta casi superflua esa aclaración. María quiere ciertamente que la invoquemos, que nos acerquemos a Ella con confianza, que apelemos a su maternidad, pidiéndole que se manifieste como nuestra Madre"11. ¡Muestra que eres Madre! ¡Tantas veces se lo hemos pedido! Jamás ha dejado de escucharnos. No olvidemos nunca que la presencia de la Virgen en la Iglesia, y por tanto en la vida de cada uno, es siempre "una presencia materna"12, que tiende a facilitarnos el camino, a librarnos de los descaminos -pequeños o grandes a los que nos induce nuestra torpeza. ¡Qué sería de nosotros sin sus desvelos de madre! Procuremos nosotros ser buenos hijos.
Nuestra Señora está siempre atenta a sus hijos. Continúa el poeta catalán diciendo: ¿Per que ens miren, Verge Santa, // amb aquests ulls tan oberts?... ¿Por qué nos miras, Virgen Santa, // con esos ojos tan abiertos? // ¡Crea siempre en el alma // un santo estremecimiento! // Que los milagros de antaño // se repitan hoy en día, // ¡líbranos del pecado // y de una vil cobardía!
1 Antífona de entrada. Lc 1, 46. 54-55. — 2 A. Vázquez, Santa María de la Merced, Madrid 1988, p. 86. — 3 W. Van Straten, Dios llora en la tierra, BAC, 5.ª ed., Madrid 1981, pp. 7-8. — 4 Jdt 15, 8-10; 16, 13-14. — 5 Misas de la Virgen María, l, n. 43. Prefacio. — 6 Jn 19, 26-27. — 7 Oración después de la Comunión. — 8 Cfr. Prefacio de la Misa. — 9 A. G. Hamman, Oraciones de los primeros cristianos, Rialp, Madrid 1956. — 10 Juan Pablo II, Homilía en la Basílica de Nuestra Señora de Guadalupe, 27-I-1979. — 11 San Josemaría Escrivá, Es Cristo que pasa, 140. — 12 Cfr. Juan Pablo II, Enc. Redemptoris Mater, 25-III-1987, 24.
* Esta fiesta conmemora la fundación de la Orden de los Mercedarios, dedicada en sus orígenes a la redención de cautivos. Cuenta una piadosa tradición que la Santísima Virgen se apareció la misma noche al rey Jaime I de Aragón, a San Raimundo de Peñafort y a San Pedro Nolasco, pidiéndoles que instituyesen una Orden con el fin de libertar a los cristianos que habían caído en poder de los musulmanes. En recuerdo de este hecho se creó esta fiesta, que el Papa Inocencio XII extendió a toda la Cristiandad en el siglo xvii. Actualmente se celebra en algunos lugares. Tiene una Misa propia en las Misas de la Virgen María, publicadas por Juan Pablo II. Es la Patrona de Barcelona.
___________________________________________________________________________________________
† Santoral (si GoogleGroups corta el texto, lo encontrará en www.iesvs.org)
Nuestra Señora de la Merced
Patrona de Barcelona
y de República Dominicana
En castellano se le ha llamado en plural, Virgen de las Mercedes, que no corresponde con el sentido originario de la advocación.
El significado del título "Merced" es ante todo "misericordia". La Virgen es misericordiosa y también lo deben ser sus hijos. Esto significa que recurrimos a ella ante todo con el deseo de asemejarnos a Jesús misericordioso.
MARÍA Y PEDRO NOLASCO
Eran tiempos en que los musulmanes saqueaban las costas y llevaban a los cristianos como esclavos a África. La horrenda condición de estas víctimas era indescriptible. Muchos perdían la fe pensando que Dios les había abandonado. Pedro Nolasco era comerciante. Decidió dedicar su fortuna a la liberación del mayor número posible de esclavos. Recordaba la frase del evangelio: "No almacenéis vuestra fortuna en esta tierra donde los ladrones la roban y la polilla la devora y el moho la corroe. Almacenad en el cielo, donde no hay ladrones que roben, ni polilla que devore ni óxido que las dañe" (Mt 6,20).
Año 1203. El laico, Pedro Nolasco inicia en Valencia la redención de cautivos, redimiendo con su propio patrimonio a 300 cautivos. Forma un grupo dispuesto a poner en común sus bienes y organiza expediciones para negociar redenciones. Su condición de comerciantes les facilita la obra. Comerciaban para rescatar esclavos. Cuando se les acabó el dinero forman cofradías-para recaudar la "limosna para los cautivos". Pero llega un momento en que la ayuda se agota y Pedro Nolasco se plantea entrar en alguna orden religiosa o retirarse al desierto. Entra en una etapa de reflexión y oración profunda.
LE RESPONDE LA VIRGEN
Nolasco pide a Dios ayuda y, como signo de la misericordia divina, le responde la Virgen que funde una congregación liberadora. La noche del 1 al 2 de agosto de 1218, la Virgen se les apareció a Pedro Nolasco, a Raimundo de Peñafort, y al rey Jaime I de Aragón, y les comunicó a cada uno su deseo de fundar una congregación para redimir cautivos. La Virgen María movió el corazón de Pedro Nolasco para formalizar el trabajo que el y sus compañeros estaban ya haciendo. La Virgen llama a Pedro Nolasco y le revela su deseo de ser liberadora a través de una orden dedicada a la liberación de los cautivos de los musulmanes, expuestos a perder la fe. Nolasco le dice a María:
-¿Quién eres tú, que a mí, un indigno siervo, pides que realice obra tan difícil, de tan gran caridad, que es grata Dios y meritoria para mi?:
-"Yo soy María, la que le dio la carne al Hijo de Dios, tomándola de mi sangre purísima, para reconciliación del género humano. Soy la que recibió la profecía de Simeón, cuando ofrecí a mi Hijo en el templo:"Mira que éste ha sido puesto para ruina y resurrección de muchos en Israel; ha sido puesto como signo de contradicción: y a ti misma una espada vendrá a atravesarte por el alma":
-¡Oh Virgen María, madre de gracia, madre de misericordia! ¿Quién podrá creer que tú me mandas?:
-"No dudes en nada, porque es voluntad de Dios que se funde esta congregaciónn en honor mío; será una familia cuyos hermanos, a imitación de mi hijo Jesucristo, estarán puestos para ruina y redención de muchos en Israel y serán signo de contradicción para muchos."
LA INSTITUCION NUEVA
Pedro Nolasco, funda la congregación, apoyado por el Rey Jaime I de Aragón, el Conquistador y aconsejado por San Raimundo de Peñafort. Su espiritualidad se fundamenta en Jesús, el liberador de la humanidad y en la Virgen, la Madre liberadora e ideal de la persona libre. Los mercedarios querían ser caballeros de la Virgen María al servicio de su obra redentora. Por eso la honran como Madre de la Merced o Virgen Redentora. En el capítulo general de 1272, los frailes toman el nombre de La Orden de Santa María de la Merced, de la redención de los cautivos, mercedarios. El Padre Antonio Quexal, siendo general de la Merced en 1406, dice: "María es fundamento y cabeza de nuestra orden".
EN LA CATEDRAL DE BARCELONA
El 10 de agosto de 1218 en el altar mayor de la Catedral de Barcelona, en presencia del rey Jaime I de Aragón y del obispo Berenguer de Palou, se crea la nueva institución. Pedro y sus compañeros vistieron el hábito y recibieron el escudo con las cuatro barras rojas sobre un fondo amarillo de la corona de Aragón y la cruz blanca sobre fondo rojo, titular de la catedral de Barcelona. Pedro Nolasco reconoció siempre a María Santísima como la auténtica fundadora de la congregación mercedaria.
LA VIRGEN DE LA MERCED, LA FUNDADORA
El título mariano de la Merced tiene su origen en Barcelona, España, cuando muchos eran cautivos de los moros y en su desesperación y abandono estaban en peligro de perder la fe . La Virgen de La Merced, manifesta su misericordia por para atenderlos y liberarlos. La talla de la imagen de la Merced venerada en la basílica de la Merced de Barcelona es del siglo XIV, de estilo sedente, como las románicas. He subido piadosamente a su camarín y he comprobado su aspecto imponente por su talla extraordinaria e impresionante. El año 1696, el papa Inocencio XII extendió la fiesta de la Virgen de la Merced a toda la Iglesia el 24 de septiembre.
ACTUALIDAD DEL CARISMA
El carisma mercedario de liberar a los cautivos sigue siendo tan necesario como siempre. María ofreció todo su ser para que viva el Hijo de Dios encarnado. En el cántico del Magníficat (Lc 1, 46), María expresa la liberación de Dios. El Papa Juan Pablo II dijo que "María es la imagen más perfecta de la libertad y de la liberación de la humanidad". La Virgen continúa velando por sus hijos cautivos de Satanás (LG 62) y nos pide nuestra cooperación. Nosotros debemos dar nuestra vida para que su Hijo viva en nosotros y así pueda liberar a nuestros hermanos. Ella nos enseñará como hacerlo.
DIOS PADRE DE MISERICORDIA, MARÍA MADRE DE MISERICORDIA.
Dios es Padre de Misericordia, María es Madre de Misericordia. Ella refleja la misericordia de Dios, sufriéndolo todo por sus hijos. Los cristianos debemos también reflejar la misericordia de Dios sufriéndolo todo por amor. "Mirad la hondura o cavidad del lago de donde habéis sido tomados, las entrañas de la Madre de Dios" - Las obras de misericordia que la Virgen pidió incluyen la visita, el acompañamiento y la ayuda a los que salen de la cárcel.
UNA CONGREEGACION LAICAL
Así fue en los primeros tiempos. Su primera ubicación fue el hospital de Santa Eulalia, junto al palacio real. en Barcelona. Allí recogían a indigentes y a cautivos que regresaban de tierras de moros y no tenían donde ir. Seguían la labor que ya antes hacían de crear conciencia sobre los cautivos y recaudar dinero para liberarlos. Salían cada año en expediciones redentoras. San Pedro continuó sus viajes personalmente en busca de esclavos cristianos. En Argelia, África, lo hicieron prisionero pero logró conseguir su libertad. Aprovechando sus dones de comerciante, organizó con éxito por muchas ciudades colectas para los esclavos.
CUARTO VOTO
Además de los tres votos de la vida religiosa, pobreza, castidad y obediencia, hacían un cuarto voto: dedicar su vida a liberar esclavos. Se comprometían a quedarse en lugar de algún cautivo que estuviese en peligro de perder la fe, cuando el dinero no alcanzara a pagar su redención. Así lo hizo San Pedro Ermengol, un noble que entró en la orden tras una juventud disoluta. Este cuarto voto distinguió a la nueva comunidad de mercedarios. El Papa Gregorio IX aprobó la comunidad y San Pedro Nolasco fue nombrado Superior General. El rey Jaime decía que la conquista de Valencia, se debía a las oraciones de Pedro Nolasco. Cada triunfo que obtenía lo atribuía a sus oraciones.
DESCANSA YA, SIERVO BUENO Y FIEL
Pedro Nolasco, a los 77 años, pronunció el Salmo 76: "Tú, oh Dios, haciendo maravillas, mostraste tu poder a los pueblos y con tu brazo has rescatado a los que estaban cautivos y esclavizados". y se durmió en el regazo de la Virgen. Su intercesión logró muchos milagros y fue canonizado en 1628.
En el año 1696, el papa Inocencio XII extendió la fiesta de la Virgen de la Merced a toda la Iglesia, y fijó su fecha el 24 de septiembre.
___________________________________________________________________________________________
Hoy comenzamos la novena a San Francisco de Borja
___________________________________________________________________________________________
Fuente: ar.geocities.com/misa_tridentina01
Pacífico, Santo Sacerdote, Septiembre 24
Presbítero Franciscano Martirologio Romano: En Sanseverino Marche, del Piceno, en Italia, san Pacífico de San Severino, presbítero de la Orden de Hermanos Menores, preclaro por sus penitencias, amor a la soledad y oración ante el Santísimo Sacramento (1721). |
___________________________________________________________________________________________
Fuente: www.telefonica.net
Dalmacio Moner, Beato Presbítero Dominíco, Septiembre 24
Presbítero Dominico Martirologio Romano: En Girona, de Cataluña, en España, beato Dalmacio Moner, presbítero de la Orden de Predicadores, conocido por su amor a la soledad y al silencio (1341). |
___________________________________________________________________________________________
Fuente: ar.geocities.com/misa_tridentina01
Gerardo Sagredo, Santo Obispo y Mártir, Septiembre 24
Obispo y Mártir Martirologio Romano: En Panonia (hoy Hungría), san Gerardo Sagredo, obispo de la sede de Morisena (hoy Csanad) y mártir, que fue preceptor de san Emerico, príncipe adolescente hijo del rey san Esteban, y en una sedición de húngaros paganos murió apedreado cerca del río Danubio (1046). |
___________________________________________________________________________________________
Fuentes: IESVS.org; EWTN.com; hablarcondios.org, Catholic.net, misalpalm.com
Mensajes anteriores en: http://iesvs-org.blogspot.com/
Si NO desea el evangelio, santoral y meditación diaria y sólo artículos interesantes censurados por la prensa (la mayoría), unos 4 por semana escriba a: ave-maria-purisima+subscribe@googlegroups.com (responder el mensaje de confirmación).
Para de-suscribirse escribir desde su casilla de email a:
REEMPLACEporNOMBREdelGRUPO+unsubscribe@googlegroups.com
Si no se desuscribe es porque recibe el mensaje en su otro email que le reenvía al actual: debe escribir desde ese otro email.