JMJ
Pax
† Lectura del santo Evangelio según san Lucas 8, 4-15
Gloria a ti, Señor.
En aquel tiempo mucha gente se había reunido alrededor de Jesús y, al ir pasando por los pueblos, otros más se unían. Entonces les dijo esta parábola:
"Salió el sembrador a sembrar su semilla. Mientras iba sembrando, unos granos cayeron al borde camino: los pisaron y los pájaros se los comieron. Otros cayeron en terreno pedregoso, y, al brotar, se secaron por falta de humedad. Otros cayeron entre espinos, y al crecer éstos, los ahogaron. Los demás cayeron en tierra buena, crecieron y produjeron fruto al ciento por uno".
Dicho esto, exclamó:
"El que tenga oídos para oír, que oiga".
Entonces le preguntaron los discípulos:
"¿Qué significa esa parábola?"
El les respondió:
"A ustedes se les ha concedido conocer los secretos del Reino de Dios; a los demás, sólo en parábolas, para que viendo no vean y oyendo no entiendan.
La parábola significa lo siguiente: La semilla es la Palabra de Dios. Lo que cayó al borde del camino son los que escuchan la Palabra, pero luego viene el diablo y se la lleva de sus corazones, para que no crean y se salven. Lo que cayó en terreno pedregoso son los que, al escuchar la Palabra, la reciben con alegría, pero no tienen raíz; son los que por algún tiempo creen, pero en el momento de la prueba fallan. Lo que que cayó entre espinos son los que escuchan la Palabra, pero con los afanes, riquezas y placeres de la vida se van ahogando y no dan fruto. Lo que cayó en tierra buena son los que escuchan la Palabra, la conservan en un corazón bueno y bien dispuesto, y dan fruto por su constancia".
Palabra del Señor.
Gloria a ti, Señor Jesús.
Suplicamos tu oración: Esto es gratis pero cuesta. No sería posible sin tus oraciones: al menos un Avemaría de corazón por cada email que leas. Dios te salve María, llena eres de Gracia, el Señor es contigo; bendita tu eres entre todas las mujeres y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús; Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén. ¡Recuérdanos en tus intenciones de Misa!
Aclaración: una relación muere sin comunicación y comunidad-comunión. Con Dios es igual: las "palabras de vida eterna" (Jn 6,68; Hc 7,37) son fuente de vida espiritual (Jn 6, 63), pero no basta charlar por teléfono (oración), es necesario visitarse, y la Misa permite ver a Jesús, que está tan presente en la Eucaristía, que Hostias han sangrado: www.therealpresence.org/eucharst/mir/span_mir.htm
Por leer la Palabra, no se debe dejar de ir a Misa, donde ofrecemos TODO (Dios) a Dios: al actualizarse el sacrificio de la Cruz, a) co-reparamos el daño que hacen nuestros pecados al Cuerpo de Cristo que incluye los Corazones de Jesús y de María, a Su Iglesia y nosotros mismos, b) adoramos, c) agradecemos y d) pedimos y obtenemos Gracias por nuestras necesidades y para la salvación del mundo entero… ¿Que pasa en CADA Misa? 5 minutos: http://www.youtube.com/watch?v=v82JVdXAUUs
Nota: es una película protestante, por eso falta LA MADRE.
El Misterio de la Misa en 2 minutos: https://www.youtube.com/watch?v=0QCx-5Aqyrk
El que no valora una obra de arte es porque necesita cultura: https://www.youtube.com/watch?v=mTKKaT-KaKw
Lo que no ven tus ojos (2 minutos): http://www.gloria.tv/media/y3hgYNp23xu
El Gran Milagro (película completa): http://www.gloria.tv/media/hYyhhps7cqX
Explicación: http://www.youtube.com/watch?v=eFObozxcTUg#!
San Leonardo, "El GRAN tesoro oculto de la Santa Misa": http://iteadjmj.com/LIBROSW/lpm1.doc
Audio (1/5): https://www.youtube.com/watch?v=2NjKuVnxH58
Si Jesús se apareciera, ¿no correríamos a verlo, tocarlo, adorarlo? Jesús está aquí y lo ignoramos. Jesús nos espera (Mc 14,22-24) en la Eucaristía: "si no coméis la carne del Hijo del hombre, y no bebéis su sangre, no tenéis vida en vosotros" (Jn 6,53; 1 Jn 5,12). La Misa es lo mínimo para salvarnos. Es como si un padre dijera "si no comes, te mueres, así que come al menos una vez por semana". Si comulgamos en estado de Gracia y con amor, nos hacemos uno (común-unión) con el Amor y renovamos la Nueva Alianza de Amor. Si faltamos a las bodas del Cordero (Ap.19,7-10) con su Iglesia (nosotros), sabiendo que rechazamos el Amor de Dios, que está derramando toda su Sangre por nuestros pecados personales, nos auto-condenamos a estar eternamente sin Amor: si una novia falta a su boda, es ella la que se aparta del amor del Novio para siempre, sabiendo que Él da la Vida por ella en el altar. ¿Qué pensaríamos si un cónyuge le dice al otro: "Te amo, pero no quiero verte todos los días, y menos los de descanso"? ¿Le ama realmente?
Faltar a Misa viola los principales mandamientos: el primero ("Amar a Dios sobre todas las cosas") y tercero ("Santificar las fiestas"). Por nuestro propio bien y evitar el infierno eterno, Dios sólo nos pide que nos regalemos 1 de las 168 horas de vida que Él nos regala cada semana: 0,6% ¡No seamos ingratos! Idolatramos aquello que preferimos a Él: los "dioses" son el descanso, entretenimiento, comida, trabajo, compañía, flojera. Prefieren baratijas al oro. Si en la Misa repartieran 1 millón de dólares a cada uno, ¿qué no harías para asistir? ¡Pues recibes infinitamente más! "Una misa vale más que todos los tesoros del mundo"… Por todo esto, es pecado mortal faltar sin causa grave a la Misa dominical y fiestas (Catecismo 2181; Mt 16, 18-19; Ex 20,8-10; Tb 1,6; Hch 20,7; 2 Ts 2,15).
Si rechazamos la Misa, ¿cómo vamos a decir "Padre Nuestro" si rechazamos volver a la Casa del Padre? ¿cómo decir "Santificado sea Tu Nombre", "Venga a nosotros Tu Reino", "Hágase Tu Voluntad", "Danos hoy nuestro pan supersubstancial de cada día" y "no nos dejes caer en la tentación más líbranos del malo", si todo eso lo obtenemos de la Misa?
Estamos en el mundo para ser felices para siempre, santos. Para lograr la santidad, la perfección del amor, es imprescindible la Misa y comunión, si es posible, diaria, como pide la Cátedra de Pedro, el representante de Cristo en la tierra (Canon 904). Antes de comulgar debemos confesar todos los pecados mortales: "quien come y bebe sin discernir el Cuerpo, come y bebe su propia condenación" (1 Cor 11,29; Rm 14,23). ¿Otros pecados mortales? no confesarse con el Sacerdote al menos una vez al año (CDC 989), no comulgar al menos en tiempo pascual (920), abortar (todos los métodos anticonceptivos no barrera son abortivos), promover el aborto (derecho a decidir, derechos (i)reproductivos, fecundación artificial), planificación natural sin causa grave, deseo o actividad sexual fuera del matrimonio por iglesia, privar de Misa a niños en uso de razón, borrachera, drogas, comer a reventar, envidia, calumnia, odio o deseo de venganza, ver pornografía, robo importante, chiste o burla de lo sagrado… ver más en http://www.iesvs.org/p/blog-page.html
Si no ponemos los medios para confesamos lo antes posible y nos sorprende la muerte sin arrepentirnos, nos auto-condenamos al infierno eterno (Catecismo 1033-41; Mt. 5,22; 10, 28; 13,41-50; 25, 31-46; Mc 9,43-48, etc.). Estos son pecados mortales objetivamente, pero subjetivamente, pueden ser menos graves, si hay atenuantes como la ignorancia. Pero ahora que lo sabes, ya no hay excusa (Jn 15,22).
† Misal
sab 24a. Ordinario año Par
Antífona de Entrada
Llegue hasta ti mi súplica; inclina tu oído a mi clamor, Señor.
Oración Colecta
Oremos:
Dios omnipotente y misericordioso, aparta de nosotros todos los males, para que, bien dispuesto nuestro cuerpo y nuestro espíritu, podamos libremente cumplir tu voluntad.
Por nuestro Señor Jesucristo...
Amén.
Primera Lectura
Se entierra un cuerpo corruptible y resucita incorruptible
Lectura de la primera carta del apóstol según Pablo a los Corintios 15, 35-37.42-49
Hermanos: Alguno preguntará: ¿Cómo resucitarán los muertos? ¿Qué clase de cuerpo traerán? Necio, lo que tú siembras no tendrá vida si antes no muere. Lo que se siembra no es la planta que va a brotar, sino un simple grano de trigo, por ejemplo, o de otra planta.
Lo mismo sucederá también con la resurrección de los muertos: se siembra algo corruptible, resucita incorruptible; se siembra algo miserable, resucita glorioso; se siembra débil, resucita vigoroso; se siembra un cuerpo animal, resucita un cuerpo espiritual. Pues si existe un cuerpo animal, hay también un cuerpo espiritual.
En efecto, como dice la Escritura: El primer hombre, Adán fue creado como un ser con vida. El último Adán, en espíritu que da vida. Sin embargo, no apareció primero lo espiritual sino lo animal, y después lo espiritual.
El primer hombre, hecho de tierra, era terreno; el segundo viene del cielo. Igual que el terreno son los hombres terrenos; igual que el celestial son los hombres celestiales. Y del mismo modo que somos semejantes al hombre terreno, seremos también semejantes al hombre celestial.
Palabra de Dios.
Te alabamos, Señor.
Salmo Responsorial
Sal 55, 10.11-12.13.14
Caminaré en la presencia del Señor.
Yo sé bien que el Señor está conmigo; por eso en Dios, cuya promesa alabo, sin temor me confío. ¿Qué hombre ha de poder causarme daño?
Caminaré en la presencia del Señor.
Te debo, Señor, las promesas que te hice; te las cumpliré con acción de gracias, porque libraste mi vida de la muerte, mis pies de la caída; para que camine en la presencia de Dios, mientras tengo la luz de la vida.
Caminaré en la presencia del Señor.
Aclamación antes del Evangelio
Aleluya, aleluya.
Dichosos los que cumplen la palabra del Señor con un corazón bueno y sincero, y perseveran hasta dar fruto.
Aleluya.
Evangelio
Lo que cayó en tierra buena representa a los que escuchan la palabra, la conservan en un corazón bueno y bien dispuesto y dan fruto por su constancia
† Lectura del santo Evangelio según san Lucas 8, 4-15
Gloria a ti, Señor.
En aquel tiempo mucha gente se había reunido alrededor de Jesús y, al ir pasando por los pueblos, otros más se unían. Entonces les dijo esta parábola:
"Salió el sembrador a sembrar su semilla. Mientras iba sembrando, unos granos cayeron al borde camino: los pisaron y los pájaros se los comieron. Otros cayeron en terreno pedregoso, y, al brotar, se secaron por falta de humedad. Otros cayeron entre espinos, y al crecer éstos, los ahogaron. Los demás cayeron en tierra buena, crecieron y produjeron fruto al ciento por uno".
Dicho esto, exclamó:
"El que tenga oídos para oír, que oiga".
Entonces le preguntaron los discípulos:
"¿Qué significa esa parábola?"
El les respondió:
"A ustedes se les ha concedido conocer los secretos del Reino de Dios; a los demás, sólo en parábolas, para que viendo no vean y oyendo no entiendan.
La parábola significa lo siguiente: La semilla es la Palabra de Dios. Lo que cayó al borde del camino son los que escuchan la Palabra, pero luego viene el diablo y se la lleva de sus corazones, para que no crean y se salven. Lo que cayó en terreno pedregoso son los que, al escuchar la Palabra, la reciben con alegría, pero no tienen raíz; son los que por algún tiempo creen, pero en el momento de la prueba fallan. Lo que que cayó entre espinos son los que escuchan la Palabra, pero con los afanes, riquezas y placeres de la vida se van ahogando y no dan fruto. Lo que cayó en tierra buena son los que escuchan la Palabra, la conservan en un corazón bueno y bien dispuesto, y dan fruto por su constancia".
Palabra del Señor.
Gloria a ti, Señor Jesús.
Oración sobre las Ofrendas
El amor y la gracia de tu Hijo, hecho hombre por nosotros, sea nuestro socorro, Señor; y el que al nacer de la Virgen no menoscabó la integridad de su Madre, sino que la santificó, nos libre del peso de nuestros pecados y vuelva así aceptable nuestra ofrenda delante de tus ojos.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
Amén.
Prefacio
María, signo de consuelo y de esperanza
En verdad es justo darte gracias, es bueno cantar tu gloria, Padre Santo, Dios todopoderoso y eterno.
Te alabamos y te bendecimos, por Jesucristo, tu Hijo, en esta fiesta de la bienaventurada Virgen María.
Ella, como humilde sierva, escuchó tu palabra y la conservó en su corazón; admirablemente unida al misterio de la redención, perseveró con los apóstoles en la plegaria, mientras esperaban al Espíritu Santo, y ahora brilla en nuestro camino como signo de consuelo y de firme esperanza.
Por este don de tu benevolencia, unidos a los ángeles y a los santos, te entonamos nuestro canto y proclamamos tu alabanza:
Antífona de la Comunión
Dichoso el vientre de María, la Virgen, que llevó al Hijo del Eterno Padre.
Oración después de la Comunión
Oremos:
Al recibir estos sacramentos, Señor, imploramos de tu misericordia que cuantos nos gozamos en la memoria de María, siempre Virgen, nos entreguemos como ella al servicio de tu plan de salvación sobre los seres humanos.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
Amén
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Dia 22/09 Beatos Cristóbal, Antonio y Juan, mártires de Tlaxcala (rojo)
Oración Colecta
Oremos:
Dios omnipotente y eterno, que con la sangre de los bienaventurados niños Cristóbal, Antonio y Juan, consagraste la primera evangelización del Nuevo Mundo; concédenos por su intercesión, que, abrasados por la fe de Cristo, seamos heraldos de su mensaje de salvación entre los hombres.
Por nuestro Señor Jesucristo...
Amén.
Oración sobre las Ofrendas
Recibe, Señor, la ofrenda de tu pueblo en honor de tus mártires, los beatos Cristóbal, Antonio y Juan y, ya que la Eucaristía les dio fortaleza en las persecuciones, a nosotros nos dé entereza en las adversidades.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
Amén.
Oración después de la Comunión
Oremos:
Conserva en nosotros, Señor, el don que hemos recibido en la festividad de tus mártires Cristóbal, Antonio y Juan y concédenos que sea para nosotros, fuente de salvación y de paz.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
Amén
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† Meditación diaria
24ª semana. Sábado
LA TIERRA BUENA
— Los corazones endurecidos por la falta de contrición se incapacitan para acoger la palabra divina.
— Necesidad de oración y de sacrificio para que la gracia dé fruto en el alma.
— Paciencia y constancia: recomenzar con humildad.
I. Se reunió junto al Señor una gran muchedumbre, que acudía a Él de todas las ciudades1. Y Jesús aprovechó la ocasión, como tantas veces, para enseñarles el misterio de la acción de la gracia en las almas mediante la parábola del sembrador. Todos los que le escuchaban conocían bien las condiciones en que se hacían las labores del campo en aquellas tierras de Palestina. Salió el sembrador a sembrar su semilla... Es Cristo mismo que continuamente, hoy también, extiende su reinado de paz y de amor en las almas, contando con la libertad y la personal correspondencia de cada uno. Dios se encuentra en las almas con situaciones tan diversas como distintos son los terrenos que reciben idéntica semilla. Al llevar a cabo la siembra, parte cayó junto al camino, y fue pisoteada y se la comieron las aves del cielo: se perdió completamente, sin dar fruto. Más tarde, cuando Jesús explique a sus discípulos la parábola, les dirá que el diablo se lleva la palabra de su corazón. Estas almas, endurecidas por la falta de arrepentimiento de sus pecados, se incapacitan para recibir a Dios que las visita. A este mal terreno se asemeja el corazón "que está pisoteado por el frecuente paso de los malos pensamientos, y seco de tal modo que no puede recibir la semilla ni esta germinar"2. El demonio encuentra en estas almas el terreno apropiado para lograr que la semilla de Dios quede infecunda.
Por el contrario, el alma que, a pesar de sus flaquezas, se arrepiente una y otra vez, y procura evitar las ocasiones de pecar y recomienza cuantas veces sea necesario, atraerá la misericordia divina. La humildad que supone reconocer los pecados, quizá solo veniales, y los propios defectos prepara el alma para que Dios siembre en ella y fructifique. Por eso, hoy, al meditar esta parábola de Jesús, puede ser un buen momento para que nos preguntemos si cada día pedimos perdón por todas aquellas cosas que no agradan al Señor, aun en lo pequeño, y si acudimos con verdadera sed de limpieza a la Confesión frecuente.
Ahora es buen momento para pedirle a Jesús que nos ayude a echar lejos de nosotros todo aquello, por pequeño que sea, que nos separa de Él, a no pactar con defectos y actitudes que entorpecen la amistad que Él nos ofrece diariamente. "Has llegado a una gran intimidad con este nuestro Dios, que tan cerca está de ti, tan dentro de tu alma..., pero, ¿procuras que aumente, que se haga más honda? ¿Evitas que se metan por medio pequeñeces que puedan enturbiar esa amistad?
"—¡Sé valiente! No te niegues a cortar todo lo que, aunque sea levemente, cause dolor a Quien tanto te ama"3.
II. Parte de la semilla cayó sobre pedregal, y una vez nacida se secó por falta de humedad. Estos son los que reciben la palabra con alegría, pero no tienen raíces; creen durante algún tiempo pero a la hora de la tentación se vuelven atrás. A la hora de la prueba sucumben porque han basado su seguimiento a Cristo en el sentimiento y no en una vida de oración, capaz de resistir los momentos difíciles, las pruebas de la vida y las épocas de aridez. "A muchos les agrada lo que escuchan y se proponen obrar bien; pero en cuanto comienzan a ser incomodados por las adversidades abandonan las buenas obras que habían comenzado"4. ¡Cuántos buenos propósitos han naufragado cuando el camino de la vida interior ha dejado de ser llano y placentero! Estas almas buscaban más su contento y la satisfacción propia que a Dios mismo. "Unos por unas razones y otros por otras –se quejaba San Agustín–, el hecho es que apenas se busca a Jesús por Jesús"5. Buscar a Jesús, por Él mismo, con aridez cuando llegue; querer subir a la cumbre no solo cuando el camino es llano y sombreado, sino cuando se convierte en un sendero apenas visible en medio de la rocas, sin más amparo que el deseo firme de subir hasta la cima donde está Cristo: buscar "a Jesús por Jesús". Solo lo conseguiremos con la fidelidad a la oración diaria, cuando resulta fácil y cuando cuesta.
Otra parte de la semilla cayó en medio de las espinas, y habiendo crecido con ella las espinas la sofocaron. Estos son los que, habiendo oído y arraigado en el alma la palabra de Dios, no llegaron a dar fruto a causa de las preocupaciones, riquezas y placeres de la vida. Es imposible seguir a Cristo sin una vida mortificada, pues poco a poco se pierde el atractivo por las cosas de Dios y, paralelamente, se inicia el camino fácil de las compensaciones, del apegamiento desordenado al dinero, a la comodidad..., y se acaba deslumbrado por el aparente valor de las cosas terrenas. "No te asombres de que a los placeres llamara espinas (...) –comenta San Basilio–. Así como las espinas, por cualquier parte que se las coja, ensangrientan las manos, así también los placeres dañan a los pies, a las manos, a la cabeza, a los ojos... Cuando se pone el corazón en las cosas temporales sobreviene la vejez prematura, se embotan los sentidos, se entenebrece la razón..."6.
La oración y la mortificación preparan al alma para recibir la buena semilla y dar fruto. Sin ellas, la vida queda infecunda. "El sistema, el método, el procedimiento, la única manera de que tengamos vida –abundante y fecunda en frutos sobrenaturales– es seguir el consejo del Espíritu Santo, que nos llega a través de los Hechos de los Apóstoles: "omnes erant perseverantes unanimiter in oratione" -todos perseveraban unánimemente en la oración.
"—Sin oración, ¡nada!"7. No existe un camino hacia Dios que no pase por la oración y el sacrificio.
III. "Después de referirse a las circunstancias que hacen ineficaz la semilla, habla por fin la parábola de la tierra buena. No da lugar así al desaliento, antes al contrario, abre camino a la esperanza, y muestra que todos pueden convertirse en buena tierra"8. La semilla que cayó en tierra buena son los que oyen la palabra con un corazón bueno y generoso, la conservan y dan fruto mediante la paciencia.
Todos, independientemente de la situación anterior, podemos dar buenos frutos para Dios, pues Él siembra constantemente la semilla de su gracia. La eficacia depende de nuestras disposiciones. "Lo único que importa es no ser camino, ni pedregal, ni cardos, sino tierra buena No sea el corazón camino donde el enemigo se lleve, como los pájaros, la semilla pisada por los transeúntes; no peñascal donde la poca tierra haga germinar enseguida lo que ha de agostar el sol; ni abrojal de pasiones humanas y cuidados de la vida disoluta"9. Tres son las características que señala el Señor en la tierra buena: oír con un corazón contrito, humilde, los requerimientos divinos; esforzarse para que –con la oración y la mortificación– esas exigencias calen en el alma y no se atenúen con el paso del tiempo; y, por último, comenzar y recomenzar, sin desanimarse si los frutos tardan en llegar, si nos damos cuenta de que los defectos no acaban de desaparecer a pesar de los años y del empeño en la lucha por desarraigarlos.
Os daré un corazón nuevo, y os infundiré un espíritu nuevo –se lee hoy en la Liturgia de las Horas–; arrancaré de vuestra carne el corazón de piedra, y os daré un corazón de carne10. Si queremos y somos dóciles, el Señor está dispuesto a cambiar en nosotros todo lo que sea necesario para transformarnos en tierra buena y fértil. Hasta lo más profundo de nuestro ser, el corazón, puede verse renovado si nos dejamos arrastrar por la gracia de Dios, siempre tan abundante. Lo importante es ir una y otra vez a Él, con humildad, en demanda de ayuda, sin querer separarnos jamás de su lado, aunque nos parezca que no avanzamos, que pasa el tiempo y no cosechamos los frutos deseados. "Dios es agricultor –enseña San Agustín–, y si se aparta del hombre, este se convierte en un desierto. El hombre es también agricultor, y si se aparta de Dios, se convierte también en un desierto"11. No nos separemos de Él; acudamos a su Corazón misericordioso muchas veces a lo largo del día.
1 Lc 8, 4-15. — 2 San Gregorio Magno, Homilías sobre los Evangelios, in loc. — 3 San Josemaría Escrivá, Forja, n. 417. — 4 San Gregorio Magno, o. c., 15, 2. — 5 San Agustín, Comentario al Evangelio de San Juan, 25, 10. — 6 San Basilio, Homilías sobre San Lucas, 3, 12. — 7 San Josemaría Escrivá, o. c., n. 297. — 8 San Juan Crisóstomo, Homilías sobre el Evangelio de San Mateo, 44. — 9 San Agustín, Sermón 101, 3. — 10 Liturgia de las Horas, Laudes. Ez 36, 26. — 11 San Agustín, Comentario a los Salmos, 145, 11.
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† Santoral (si GoogleGroups corta el texto, lo encontrará en www.iesvs.org)
"Para mí la oración es un impulso del corazón, una sencilla mirada al cielo, un grito de agradecimiento y de amor en las penas como en las alegrías", decía Santa Teresita del Niño Jesús, Doctora de la Iglesia y Patrona de las misiones.
Santa Teresa de Lisieux, como también se le conoce, nació en un matrimonio santo. Sus padres Louis Martin y Zelie Guérin fueron canonizados el 18 de octubre pasado, en el marco del Sínodo de laFamilia 2015.
Cercanos a la fiesta de esta joven carmelita que se celebra cada 1 de octubre, aquí una novena en honor a aquella que solía decir: "quiero pasar mi cielo haciendo el bien en la tierra".
Se puede rezar lo que se desee, aunque sea un AveMaría u ofrecer una mortificación (aunque sea no comer chocolate o tomar café). Una respuesta de la Santa es que le regalen rosas como le pasó al Papa Francisco:
Ella vino en persona en el viaje a Filipinas:
El misterioso señor de la rosa en Buenos Aires:
En México:
En Filipinas:
En 2015, cuando el Papa Francisco viajó a Filipinas, reveló que antes de cada viaje o ante una preocupación suele pedir "una rosa" a Santa Teresita de Lisieux, a quien tiene especial devoción. "Cuando no sé cómo irán las cosas, tengo la costumbre de pedir a Santa Teresa del Niño Jesús, que lleve el problema en sus manos, y que me envíe una rosa", explicó el Pontífice a los periodistas en esa oportunidad.
En Colombia
Aquí una novena:
Aquí se puede bajar gratis este librito espectacular escrito por Santa Teresita:
http://www.adorasi.com/biblioteca/historia-de-un-alma.php
Audio:
https://www.youtube.com/watch?v=Y1p1HrVkzpI
Película:
https://www.youtube.com/watch?v=rh0_9eMR1nI
https://www.youtube.com/watch?v=hy__UfXVvKg
https://www.youtube.com/watch?v=pLUZKnbkre4
https://www.youtube.com/watch?v=jblrL99G8oU
¡Santa Teresita, dame una rosita!
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Mauricio, Santo Mártir, 22 de septiembre
MártirMartirologio Romano: En Agauno (hoy Saint Maurice d´Agaune), en la región de Valais, en el país de los helvecios, santos mártires Mauricio, Exuperio, Cándido, que siendo soldados, al decir de san Euquerio de Lyon, fueron sacrificados por su fe en Cristo, en tiempo del emperador Maximiano, juntamente con sus compañeros de la misma legión Tebea y el veterano Víctor, ilustrando así a la Iglesia con su gloriosa pasión (c. 302).
San Mauricio (llamado también Maurice, Moritz o Mauritius). Era el comandante de la Legión Tebana y murió martirizado a principios del siglo III.
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Fuente: Franciscanos.org
Ignacio de Sandone, Santo Presbítero Capuchino, 22 de septiembre
Presbítero CapuchinoMartirologio Romano: En Turín, en la región del Piamonte, san Ignacio de Sandone (Lorenzo Mauricio) Belvisotti, presbítero de la Orden de Hermanos Menores Capuchinos, asiduo en atender a penitentes y en ayudar a enfermos (1770).
Ingresó en la Orden capuchina a la edad de 30 años, siendo ya sacerdote, para vivir la alegría de la obediencia. Destacó por su celo y asiduidad en la administración del sacramento de la penitencia y en la dirección de las almas, y por su sabiduría y prudencia en la formación de los novicios. Lo beatificó Pablo VI en 1966, y lo canonizó Juan Pablo II en el 2002. |
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Fuente: Lasalle.org
Martires Lasallistas en Valencia, Beatos Mártires, 22 de septiembre
Los cinco beatos a los cuales dedicamos estas páginas, eran miembros del Instituto de los Hermanos de las Escuelas Cristianas. Su única preocupación era seguir a Jesús en la vocación a la cual los había llamado: santificarse educando a los niños y jóvenes, enseñándoles a vivir cristianamente. |
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Fuente: Vatican.va
Luis Maria Monti, Beato Laico Fundador, 22 de septiembre
Fundador de los |
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Fuente: Vatican.va
José Aparicio Sanz y 232 compañeros mártires, Beatos Mártires durante la persecución religiosa en España, 22 de septiembre
La II República española, proclamada el 14 de abril de 1931, llegó impregnada de fuerte anticlericalismo. Apenas un mes más tarde se produjeron incendios de templos en Madrid, Valencia, Málaga y otras ciudades, sin que el Gobierno hiciera nada para impedirlos y sin buscar a los responsables para juzgarles según la ley. Los daño fueron inmensos, pero el Gobierno no los reparó ni material ni moralmente, por lo que fue acusado de connivencia. La Iglesia había acatado a la República no sólo con respeto sino también con espíritu de colaboración por el bien de España. Estas fueron las instrucciones que el Papa Pío XI y los obispos dieron a los católicos. Pero las leyes sectarias crecieron día por día. En este contexto fue suprimida 1a Compañía de Jesús y expulsados los jesuitas. |
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Fuentes: IESVS.org; EWTN.com; hablarcondios.org, Catholic.net, misalpalm.com
Mensajes anteriores en: http://iesvs-org.blogspot.com/
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