JMJ
Pax
† Lectura del santo Evangelio según san Lucas 11, 29-32
Gloria a ti, Señor.
En aquel tiempo, la gente se apiñaba alrededor de Jesús, y él se puso a decirles:
"Esta generación es una generación perversa. Pide una señal, pero no se le dará una señal diferente a la de Jonás. Pues así como Jonás fue una señal para los ninivitas, lo mismo será el Hijo del hombre para esta generación.
Cuando sean juzgados los hombres de esta generación, la reina del Sur se levantará en el juicio y los condenará; porque ella vino desde los últimos rincones de la tierra a escuchar la sabiduría de Salomón, y aquí hay uno que es más que Salomón. Cuando sea juzgada esa generación, los hombres de Nínive se levantarán el día del juicio y la condenarán; porque ellos se convirtieron con la predicación de Jonás, y aquí hay uno que es más que Jonás".
Palabra del Señor.
Gloria a ti, Señor Jesús.
Suplicamos tu oración: Esto es gratis pero cuesta. No sería posible sin tus oraciones: al menos un Avemaría de corazón por cada email que leas. Dios te salve María, llena eres de Gracia, el Señor es contigo; bendita tu eres entre todas las mujeres y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús; Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén. ¡Recuérdanos en tus intenciones de Misa!
Aclaración: una relación muere sin comunicación y comunidad-comunión. Con Dios es igual: las "palabras de vida eterna" (Jn 6,68; Hc 7,37) son fuente de vida espiritual (Jn 6, 63), pero no basta charlar por teléfono (oración), es necesario visitarse, y la Misa permite ver a Jesús, que está tan presente en la Eucaristía, que Hostias han sangrado: www.therealpresence.org/eucharst/mir/span_mir.htm
Por leer la Palabra, no se debe dejar de ir a Misa, donde ofrecemos TODO (Dios) a Dios: al actualizarse el sacrificio de la Cruz, a) co-reparamos el daño que hacen nuestros pecados al Cuerpo de Cristo que incluye los Corazones de Jesús y de María, a Su Iglesia y nosotros mismos, b) adoramos, c) agradecemos y d) pedimos y obtenemos Gracias por nuestras necesidades y para la salvación del mundo entero… ¿Que pasa en CADA Misa? 5 minutos: http://www.youtube.com/watch?v=v82JVdXAUUs
Lo que no ven tus ojos (2 minutos): http://www.gloria.tv/?media=200354
Película completa (1 hora): http://www.gloria.tv/?media=417295
Explicación: http://www.youtube.com/watch?v=eFObozxcTUg#!
Si Jesús se apareciera, ¿no correríamos a verlo, tocarlo, adorarlo? Jesús está aquí y lo ignoramos. Jesús nos espera (Mc 14,22-24) en la Eucaristía: "si no coméis la carne del Hijo del hombre, y no bebéis su sangre, no tenéis vida en vosotros" (Jn 6,53; 1 Jn 5,12). Si comulgamos en estado de Gracia y con amor, nos hacemos uno (común-unión) con el Amor y renovamos la Nueva Alianza de Amor. Si faltamos a las bodas del Cordero (Ap.19,7-10) con su Iglesia (nosotros), sabiendo que rechazamos el Amor de Dios, que está derramando toda su Sangre por nuestros pecados personales, nos auto-condenamos a estar eternamente sin Amor: si una novia falta a su boda, es ella la que se aparta del amor del Novio para siempre, sabiendo que Él da la Vida por ella en el altar. Idolatramos aquello que preferimos a Él (descanso, comida, trabajo, compañía, flojera). Por eso, es pecado mortal faltar sin causa grave a la Misa dominical y fiestas (Catecismo 2181; Mt 16, 18-19; Ex 20,8-10; Tb 1,6; Hch 20,7; 2 Ts 2,15). ¿Qué pensaríamos de un cónyuge que le dice a su pareja: "Te amo, pero no quiero verte todos los días, y menos los de descanso"? ¿Le ama realmente? Estamos en el mundo para ser felices para siempre, santos. Para lograr la santidad, la perfección del amor, es necesaria la Misa y comunión, si es posible, diaria, como pide la Cátedra de Pedro, el representante de Cristo en la tierra (Canon 904). Antes de comulgar debemos confesar todos los pecados mortales: "quien come y bebe sin discernir el Cuerpo, come y bebe su propia condenación" (1 Cor 11,29; Rm 14,23). ¿Otros pecados mortales? no confesarse con el Sacerdote al menos una vez al año (CDC 989), no comulgar al menos en tiempo pascual (920), abortar (todos los métodos anticonceptivos no barrera son abortivos), promover el aborto (derecho a decidir, derechos (i)reproductivos, fecundación artificial), planificación natural sin causa grave, deseo o actividad sexual fuera del matrimonio por iglesia, privar de Misa a niños en uso de razón, borrachera, drogas, comer a reventar, envidia, calumnia, odio o deseo de venganza, ver pornografía, robo importante, chiste o burla de lo sagrado… ver más en http://www.iesvs.org/p/blog-page.html
Si no ponemos los medios para confesamos lo antes posible y nos sorprende la muerte sin arrepentirnos, nos auto-condenamos al infierno eterno (Catecismo 1033-41; Mt. 5,22; 10, 28; 13,41-50; 25, 31-46; Mc 9,43-48, etc.). Estos son pecados mortales objetivamente, pero subjetivamente, pueden ser menos graves, si hay atenuantes como la ignorancia. Pero ahora que lo sabes, ya no hay excusa.
† Misal
lun 28a. Ordinario año Par
Antífona de Entrada
El Señor es mi protector; él me libró de las manos de mis enemigos y me salvó, porque me ama.
Oración Colecta
Oremos:
Concédenos, Señor, que el curso de los acontecimientos del mundo se desenvuelva, según tu voluntad, en la justicia y en la paz, y que tu Iglesia pueda servirte con tranquilidad y alegría.
Por nuestro Señor Jesucristo...
Amén.
Primera Lectura
No somos hijos de la esclava, sino de la mujer libre
Lectura de la carta del apóstol san Pablo a los Gálatas 4, 22-25b. 26-27.31; 5, 1
Hermanos: Dice la Escritura que Abrahán tuvo dos hijos, uno de esclava y otro de su mujer, que era libre; el hijo de la esclava nació según las leyes naturales, el de la libre, en cambio, por una promesa de Dios. Esto es un símbolo, pues las dos mujeres representan las dos alianzas: Agar proviene del monte Sinaí, y engendra hijos para la esclavitud, y corresponde a la Jerusalén de ahora que, junto con sus hijos, sigue siendo esclava. Por el contrario, la Jerusalén de arriba es libre, y ésa es nuestra madre, como dice la Escritura: Alégrate, estéril, tú que no das a luz; prorrumpe en gritos de júbilo, tú que no conoces los dolores del parto, porque son más los hijos de la abandonada que los de la que tiene marido.
Así pues, hermanos, no somos hijos de la esclava, sino de la libre. Cristo nos ha liberado para ser libres.
Por eso, manténganse firmes, y no se sometan de nuevo al yugo de la esclavitud.
Palabra de Dios.
Te alabamos, Señor.
Salmo Responsorial
Sal 112, 1-2.3-4a y 6-7
Bendito sea el nombre del Señor.
Alaben, siervos del Señor, alaben el nombre del Señor. Bendito sea el nombre del Señor desde ahora y para siempre.
Bendito sea el nombre del Señor.
Desde la salida del sol hasta su ocaso, sea alabado el nombre del Señor. El Señor está por encima de todas las naciones, su gloria está sobre los cielos.
Bendito sea el nombre del Señor.
¿Quién como el Señor, nuestro Dios, que reina en las alturas y sin embargo se inclina para mirar cielos y tierra? El levanta del polvo al desamparado y alza de la miseria al necesitado.
Bendito sea el nombre del Señor.
Aclamación antes del Evangelio
Aleluya, aleluya.
Hagámosle caso al Señor, que nos dice: "No endurezcan su corazón".
Aleluya.
Evangelio
A la gente de este tiempo no se le dará otra señal que la del profeta Jonás
† Lectura del santo Evangelio según san Lucas 11, 29-32
Gloria a ti, Señor.
En aquel tiempo, la gente se apiñaba alrededor de Jesús, y él se puso a decirles:
"Esta generación es una generación perversa. Pide una señal, pero no se le dará una señal diferente a la de Jonás. Pues así como Jonás fue una señal para los ninivitas, lo mismo será el Hijo del hombre para esta generación.
Cuando sean juzgados los hombres de esta generación, la reina del Sur se levantará en el juicio y los condenará; porque ella vino desde los últimos rincones de la tierra a escuchar la sabiduría de Salomón, y aquí hay uno que es más que Salomón. Cuando sea juzgada esa generación, los hombres de Nínive se levantarán el día del juicio y la condenarán; porque ellos se convirtieron con la predicación de Jonás, y aquí hay uno que es más que Jonás".
Palabra del Señor.
Gloria a ti, Señor Jesús.
Oración sobre las Ofrendas
Que este pan y este vino que tú mismo nos das para ofrecértelos, nos ayuden, Señor, convertidos en el Cuerpo y Sangre de tu Hijo, a conseguir el premio de la felicidad eterna.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
Amén.
Prefacio
Restauración universal en Cristo
En verdad es justo y necesario, es nuestro deber y salvación, darte gracias siempre y en todo lugar, Señor, Padre santo, Dios todopoderoso y eterno, por Cristo, Señor nuestro.
A quien hiciste fundamento de todo y de cuya plenitud quisiste que participáramos todos. Siendo él de condición divina, se despojó de su rango, y por su sangre derramada en la cruz puso en paz todas las cosas; y así, constituido Señor del universo, es fuente de salvación eterna para cuantos creen en él.
Por eso,
con los ángeles y los arcángeles y con todos los coros celestiales, cantamos sin cesar el himno de tu gloria:
Antífona de la Comunión
Cantaré al Señor por el bien que me ha hecho; entonaré un himno de alabanza al Dios
altísimo.
Oración después de la Comunión
Oremos:
Te pedimos, Padre misericordioso, que por este sacramento con que ahora nos fortaleces, nos hagas algún día participar de la vida eterna.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
Amén
† Meditación diaria
28ª semana. Lunes
EL PAN DE CADA DÍA
— Qué deseamos obtener cuando pedimos nuestro pan de cada día.
— El pan de vida.
— Fe para comer este nuevo pan del Cielo. La Sagrada Comunión.
I. Danos hoy nuestro pan de cada día...
Se cuenta en una vieja leyenda oriental que cierto rey entregaba a su hijo los víveres necesarios para vivir holgadamente los doce meses del año. En esta ocasión, que coincidía con la primera luna del año, el hijo veía el rostro de su padre, el monarca. Pero este mudó de parecer y decidió poner en manos del príncipe, cada vez, las provisiones que había de consumir en ese día. De esta forma podía saludar diariamente a su hijo, y el príncipe ver el rostro del rey. Algo parecido ha querido hacer nuestro Padre Dios con nosotros. El pan de cada día supone la oración de la jornada que comienza. Pedir solamente para hoy significa reconocer que tendremos un nuevo encuentro con nuestro Padre del Cielo mañana. ¿No hallaremos en esta previsión la voluntad del Señor de que recemos con atención cada día la oración que Él nos enseñó?
El Señor nos enseñó a pedir en la palabra pan todo lo que necesitamos para vivir como hijos de Dios: fe, esperanza, amor, alegría, alimento para el cuerpo y para el alma, fe para ver en los acontecimientos diarios la voluntad de Dios, corazón grande para comprender y ayudar a todos... El pan es el símbolo de todos los dones que nos llegan de Dios1. Pedimos aquí, en primer lugar, el sustento que cubra las necesidades de esta vida; después, lo necesario para la salud del alma2.
El Señor desea que pidamos también bienes temporales, los cuales, debidamente ordenados, nos ayudan a llegar al Cielo. Tenemos muchos ejemplos de ello en el Antiguo Testamento, y el mismo Señor nos mueve a pedir lo necesario para esta vida. No debemos olvidar que su primer milagro consistió en convertir agua en vino para que no se malograra la fiesta de unos recién casados. En otra ocasión alimentará a una ingente multitud que, hambrienta, le sigue lejos de sus hogares... Tampoco olvidará advertir que le den de comer a la hija de Jairo, a la que acaba de resucitar...3.
Al pedir el pan de cada día estamos aceptando que toda nuestra existencia depende de Dios. El Señor ha querido que le pidamos cada jornada aquello que nos es necesario, para que constantemente recordemos que Dios es nuestro Padre, y nosotros unos hijos necesitados que no podemos valernos por nosotros mismos. Rezar bien esta parte del Padrenuestro equivale a reconocer nuestra pobreza radical de cara a Dios y su bondad para con nosotros, que todos los días nos da lo necesario. Nunca nos faltará la ayuda divina.
Al decir pan nuestro, el Señor ha querido una vez más que no olvidemos a nuestros hermanos, especialmente a los más necesitados y a quienes Dios nos ha encomendado.
II. Los Santos Padres no solo han interpretado este pan como el alimento material; también han visto significado en él el Pan de vida, la Sagrada Eucaristía, sin la cual no puede subsistir la vida sobrenatural del alma.
Yo soy el pan de vida. Vuestros padres comieron el maná en el desierto y murieron. Este es el pan que baja del cielo para que si alguien come de él no muera. Yo soy el pan vivo que ha bajado del cielo. Si alguno come de este pan vivirá eternamente; y el pan que Yo daré es mi carne para la vida del mundo4. San Juan recordará toda su vida este largo discurso del Señor y el lugar donde lo pronunció: estas cosas las dijo en Cafarnaún, en la sinagoga5.
El realismo de estas palabras y de las que siguieron es tan fuerte que excluye cualquier interpretación en sentido figurado. El maná del Éxodo era la figura de este Pan –el mismo Jesucristo– que alimenta a los cristianos en su camino hacia el Cielo. La Comunión es el sagrado banquete en el que Cristo se da a Sí mismo. Cuando comulgamos, participamos del sacrificio de Cristo. Por eso canta la Iglesia en la Liturgia de la Horas, en la fiesta del Corpus Christi: Oh sagrado banquete en el que Cristo es nuestra comida, se celebra el memorial de la Pasión, el alma se llena de gracia y se nos da una prenda de la futura gloria6.
Los oyentes entendieron el sentido propio y directo de las palabras del Señor, y por eso les costaba aceptar que tal afirmación pudiera ser verdad. De haberlo entendido en sentido figurado no les hubiera causado extrañeza ni se hubiera producido ninguna discusión7. Discutían, pues, los judíos entre ellos diciendo: ¿Cómo puede este darnos a comer su carne?8. Pues Jesús afirma claramente que su Cuerpo y su Sangre son verdadero alimento del alma, prenda de la vida eterna y garantía de la resurrección corporal.
Incluso emplea el Señor una expresión más fuerte que el mero comer (el verbo original podría traducirse por "masticar"9), expresando así el realismo de la Comunión: se trata de una verdadera comida, en la que el mismo Jesús se nos da como alimento. No cabe una interpretación simbólica, como si participar en la Eucaristía fuera tan solo una metáfora, y no el comer y beber realmente el Cuerpo y la Sangre de Cristo.
No está Cristo en nosotros después de comulgar como un amigo está en un amigo, mediante una presencia espiritual; está "verdadera, real y substancialmente presente" en nosotros. Existe en la Sagrada Comunión una unión tan estrecha con Jesús mismo que sobrepuja todo entendimiento.
Cuando decimos: Padre, danos hoy nuestro pan de cada día, y pensamos que en todas nuestras jornadas podemos recibir el Pan de vida, deberíamos llenarnos de alegría y de un inmenso agradecimiento; nos animará a comulgar con frecuencia, y aun diariamente, si nos es posible. Porque "si el pan es diario, ¿por qué lo recibes tú solo una vez al año? Recibe todos los días lo que todos los días te aprovecha y vive de modo que todos los días seas digno de recibirlo"10.
III. La Sagrada Eucaristía, de modo análogo al alimento natural, conserva, acrecienta, restaura y fortalece la vida sobrenatural11. Concede al alma la paz y la alegría de Cristo, como "un anticipo de la bienaventuranza eterna"12; borra del alma los pecados veniales y disminuye las malas inclinaciones; aumenta la vida sobrenatural y mueve a realizar actos eficaces relativos a todas las virtudes: es "el remedio de nuestra necesidad cotidiana"13.
Oculto bajo los accidentes de pan, Jesús espera que nos acerquemos con frecuencia a recibirle: el banquete, nos dice, está preparado14. Son muchos los ausentes, y Jesús nos espera. Cuando le recibamos, podremos decirle, con una oración que hoy se reza en la Liturgia de las Horas: Quédate con nosotros, Señor Jesús, porque atardece; sé nuestro compañero de camino, levanta nuestros corazones, reanima nuestra débil esperanza15.
La fe –que se manifestará en primer lugar en la conveniente preparación del alma– será indispensable para comer este nuevo pan. Los discípulos que aquel día abandonaron al Maestro renunciaron a su fe: prefirieron juzgar por su cuenta.
Nosotros le decimos, con San Pedro: Señor, ¿a quién iremos? Tú tienes palabras de vida eterna16. Y hacemos el propósito de preparar mejor la Comunión, con más fe y con más amor: "Adoradle con reverencia y con devoción; renovad en su presencia el ofrecimiento sincero de vuestro amor; decidle sin miedo que le queréis; agradecedle esta prueba diaria de misericordia tan llena de ternura, y fomentad el deseo de acercaros a comulgar con confianza. Yo me pasmo ante este misterio de Amor: el Señor busca mi pobre corazón como trono, para no abandonarme si yo no me aparto de Él"17.
Al terminar nuestra oración, nosotros también le decimos al Señor, como aquellas gentes de Cafarnaún: Señor, danos siempre de ese pan18.
Y cuando recemos el Padrenuestro, pensemos un momento que son muchas nuestras necesidades y las de nuestros hermanos; diremos con devoción: Padre, "danos hoy nuestro pan de cada día; lo que necesitamos para subsistir en el cuerpo y en el alma". Mañana nos sentiremos dichosos de pedir de nuevo a Dios que se acuerde de nuestra pobreza. Y Él nos dirá: Omnia mea tua sunt19, todas mis cosas son tuyas.
1 Cfr. Ex 23, 25; Is 33, 16. — 2 Cfr. Catecismo Romano, IV, 13, n. 8. — 3 Cfr. Jn 2, 1 ss; Mt 14, 13-21; Mc 5, 22-43. — 4 Jn 6, 48-52. — 5 Cfr. Jn 6, 60. — 6 Antífona del "Magnificat" en las Segundas Vísperas. — 7 Cfr. Sagrada Biblia, Santos Evangelios, EUNSA, Pamplona 1983, nota a Jn 6, 52. — 8 Jn 6, 52. — 9 Cfr. Sagrada Biblia, Santos Evangelios, cit., nota a Jn 6, 54. — 10 San Ambrosio, Sobre los Sacramentos, V, 4. — 11 Cfr. Conc. de Florencia, Decr. Pro armeniis, Dz. 698. — 12 Cfr. Jn 6, 58; Dz. 875. — 13 San Ambrosio, Sobre los Sacramentos. — 14 Cfr. Lc 14, 15 ss. — 15 Liturgia de las horas, Oración de las II Vísperas. — 16 Jn 6, 68. — 17 San Josemaría Escrivá, Es Cristo que pasa, 161. — 18 Jn 6, 34. — 19 Cfr. Lc 15, 31.
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† Santoral (si GoogleGroups corta el texto, lo encontrará en www.iesvs.org)
San Eduardo |
Eduardo quiere decir: el que protege la propiedad (Ed = propiedad. Uard: el que protege).
Este fue el más popular de los reyes ingleses de la antigüedad. Tres cualidades le merecieron su fama de santo: era muy piadoso, sumamente amable y muy amante de la paz.
Era hijo de Etelredo y a los diez años fue desterrado a Normandía, Francia, de donde no pudo volver a Inglaterra sino cuando ya tenía 40 años.
Dicen que conservó perpetua castidad.
San Eduardo tuvo unos modos de actuar que lo hicieron sumamente popular entre sus súbditos y lo convirtieron como en un modelo para sus futuros reyes. Lo primero que hizo fue suprimir el impuesto de guerra, que arruinaba mucho a la gente. Luego durante su largo reinado procuró vivir en la más completa armonía con las cámaras legislativas (que el dividió en dos: cámara de los lores y cámara de los comunes). Se preocupó siempre por obtener que gran cantidad de los impuestos que se recogían, se repartieran entre las gentes más necesitadas.
Un autor que vivió en ese tiempo nos dejó los siguientes datos acerca de San Eduardo: "Era un verdadero hombre de Dios. Vivía como un ángel en medio de tantas ocupaciones materiales y se notaba que Dios lo ayudaba en todo. Eran tan bondadoso que jamás humilló con sus palabras ni al último de sus servidores. Se mostraba especialmente generoso con los pobres, y con los emigrantes, y ayudaba mucho a los monjes. Aún el tiempo en que estaba en vacaciones y dedicado a la cacería, ni un solo día dejaba de asistir a la santa misa. Era alto, majestuoso, de rostro sonrosado y cabellos blancos. Su sola presencia inspiraba cariño y aprecio".
Cuando Eduardo estaba desterrado en Normandía prometió a Dios que si lograba volver a Inglaterra iría en peregrinación a Roma a llevar una donación al Sumo Pontífice. Cuando ya fue rey, contó a sus colaboradores el juramento que había hecho, pero estos le dijeron: "el reino está en paz porque todos le obedecen con gusto Pero si se va a hacer un viaje tan largo, estallará la guerra civil y se arruinará el país". Entonces envió unos embajadores a consultar al Papa San León Nono, el cual le mandó decir que le permitía cambiar su promesa por otra: dar para los pobres lo que iba a gastar en el viaje, y construir un buen convento para religiosos. Así lo hizo puntualmente: repartió entre la gente pobre todo lo que había ahorrado para hacer el viaje, y vendiendo varias de sus propiedades, construyó un convento para 70 monjes, la famosa Abadía de Westminster (nombre que significa: monasterio del occidente: West = oeste u occidente. Minster = monasterio). En la catedral que hay en ese sitio es donde sepultan a los reyes de Inglaterra.
En el año 1066, desgastado de tanto trabajar por su religión y por su pueblo, sintió que le llegaba la hora de la muerte. A los que lloraban al verlo morir, les dijo: "No se aflijan ni se entristezcan, pues yo dejo esta tierra, lugar de dolor y de peligros, para ir a la Patria Celestial donde la paz reina para siempre".
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Alejandrina María da Costa, Beata Apóstol del sufrimiento reparador, 13 de octubre
BEATA ALEXANDRINA MARIA DA COSTA
Laica Martirologio Romano: En el lugar de Balasar, cerca de Braga, en Portugal, beata Alejandrina María da Costa, que al intentar huir de quien la perseguía con mala intención, quedó imposibilitada en todos sus miembros, encontrando en la contemplación de la Eucaristía el modo de ofrecer al Señor todos sus dolores por amor de Dios y de los hermanos más necesitados (1955). |
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Rómulo, Santo Obispo, Octubre 13
Obispo Martirologio Romano: En Matuta (hoy Sanremo), en la costa de la Liguria, san Rómulo, obispo de Génova, que, lleno de ardor apostólico, murió durante una visita pastoral (s. V). |
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Fuente: ar.geocities.com/misa_tridentina04
Magdalena Panattieri, Beata Virgen, Octubre 13
Virgen Martirologio Romano: En la localidad de Trino, en el Monferrato, beata Magdalena Panatieri, virgen, hermana de Penitencia de Santo Domingo (1503). |
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Chelidonia (Celidonia o Quelidonia), Santa Eremita, Octubre 13
Eremita Martirologio Romano: Cerca de Subiaco, en el Lacio, santa Quelidona o Celidona, virgen, que, como dice la tradición, durante cincuenta y dos años condujo vida solitaria y austera, dedicada únicamente a Dios, (1152). |
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Fuente: Martirologio Romano
Otros Santos y Beatos Completando el santoral de éste día, Octubre 13
San Teófilo, obispo |
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Fuentes: IESVS.org; EWTN.com; Colección Hablar con Dios de www.FranciscoFCarvajal.org de www.edicionespalabra.es , misalpalm.com, Catholic.net
Mensajes anteriores en: http://iesvs-org.blogspot.com/
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