JMJ
Pax
Yo soy el camino, la verdad y la vida
† Lectura del santo Evangelio según san Juan 14, 1-6
Gloria a ti, Señor.
En aquel tiempo dijo Jesús a sus discípulos:
"No se inquieten. Crean en Dios y crean también en mí. En la casa de mi Padre hay lugar para todos; si no fuera así, ya lo habría dicho; ahora voy a prepararles ese lugar. Una vez me haya ido y les haya preparado el lugar, regresaré y los llevaré conmigo, para que puedan estar donde voy a estar yo. Ustedes ya saben el camino para ir adonde yo voy".
Tomás le dijo:
"Pero, Señor, no sabemos adónde vas, ¿cómo vamos a saber el camino?"
Jesús le respondió:
"Yo soy el camino, la verdad y la vida. Nadie puede llegar hasta el Padre, sino por mí".
Palabra del Señor.
Gloria a ti, Señor Jesús.
Suplicamos tu oración: Esto es gratis pero cuesta. No sería posible sin tus oraciones: al menos un Avemaría de corazón por cada email que leas. Dios te salve María, llena eres de Gracia, el Señor es contigo; bendita tu eres entre todas las mujeres y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús; Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén. ¡Recuérdanos en tus intenciones de Misa!
Aclaración: una relación muere sin comunicación y comunidad-comunión. Con Dios es igual: las "palabras de vida eterna" (Jn 6,68; Hc 7,37) son fuente de vida espiritual (Jn 6, 63), pero no basta charlar por teléfono (oración), es necesario visitarse, y la Misa permite ver a Jesús, que está tan presente en la Eucaristía, que Hostias han sangrado: www.therealpresence.org/eucharst/mir/span_mir.htm
Por leer la Palabra, no se debe dejar de ir a Misa, donde ofrecemos TODO (Dios) a Dios: al actualizarse el sacrificio de la Cruz, a) co-reparamos el daño que hacen nuestros pecados al Cuerpo de Cristo que incluye los Corazones de Jesús y de María, a Su Iglesia y nosotros mismos, b) adoramos, c) agradecemos y d) pedimos y obtenemos Gracias por nuestras necesidades y para la salvación del mundo entero… ¿Que pasa en CADA Misa? 5 minutos: http://www.youtube.com/watch?v=v82JVdXAUUs
Nota: es una película protestante, por eso falta LA MADRE.
El Misterio de la Misa en 2 minutos: https://www.youtube.com/watch?v=0QCx-5Aqyrk
El que no valora una obra de arte es porque necesita cultura: https://www.youtube.com/watch?v=mTKKaT-KaKw
Lo que no ven tus ojos (2 minutos): http://www.gloria.tv/media/y3hgYNp23xu
El Gran Milagro (película completa): http://www.gloria.tv/media/hYyhhps7cqX
Explicación: http://www.youtube.com/watch?v=eFObozxcTUg#!
San Leonardo, "El GRAN tesoro oculto de la Santa Misa": http://iteadjmj.com/LIBROSW/lpm1.doc
Audio (1/5): https://www.youtube.com/watch?v=2NjKuVnxH58
Si Jesús se apareciera, ¿no correríamos a verlo, tocarlo, adorarlo? Jesús está aquí y lo ignoramos. Jesús nos espera (Mc 14,22-24) en la Eucaristía: "si no coméis la carne del Hijo del hombre, y no bebéis su sangre, no tenéis vida en vosotros" (Jn 6,53; 1 Jn 5,12). La Misa es lo mínimo para salvarnos. Es como si un padre dijera "si no comes, te mueres, así que come al menos una vez por semana". Si comulgamos en estado de Gracia y con amor, nos hacemos uno (común-unión) con el Amor y renovamos la Nueva Alianza de Amor. Si faltamos a las bodas del Cordero (Ap.19,7-10) con su Iglesia (nosotros), sabiendo que rechazamos el Amor de Dios, que está derramando toda su Sangre por nuestros pecados personales, nos auto-condenamos a estar eternamente sin Amor: si una novia falta a su boda, es ella la que se aparta del amor del Novio para siempre, sabiendo que Él da la Vida por ella en el altar. ¿Qué pensaríamos si un cónyuge le dice al otro: "Te amo, pero no quiero verte todos los días, y menos los de descanso"? ¿Le ama realmente?
Faltar a Misa viola los principales mandamientos: el primero ("Amar a Dios sobre todas las cosas") y tercero ("Santificar las fiestas"). Por nuestro propio bien y evitar el infierno eterno, Dios sólo nos pide que nos regalemos 1 de las 168 horas de vida que Él nos regala cada semana: 0,6% ¡No seamos ingratos! Idolatramos aquello que preferimos a Él: los "dioses" son el descanso, entretenimiento, comida, trabajo, compañía, flojera. Prefieren baratijas al oro. Si en la Misa repartieran 1 millón de dólares a cada uno, ¿qué no harías para asistir? ¡Pues recibes infinitamente más! "Una misa vale más que todos los tesoros del mundo"… Por todo esto, es pecado mortal faltar sin causa grave a la Misa dominical y fiestas (Catecismo 2181; Mt 16, 18-19; Ex 20,8-10; Tb 1,6; Hch 20,7; 2 Ts 2,15).
Si rechazamos la Misa, ¿cómo vamos a decir "Padre Nuestro" si rechazamos volver a la Casa del Padre? ¿cómo decir "Santificado sea Tu Nombre", "Venga a nosotros Tu Reino", "Hágase Tu Voluntad", "Danos hoy nuestro pan supersubstancial de cada día" y "no nos dejes caer en la tentación más líbranos del malo", si todo eso lo obtenemos de la Misa?
Estamos en el mundo para ser felices para siempre, santos. Para lograr la santidad, la perfección del amor, es imprescindible la Misa y comunión, si es posible, diaria, como pide la Cátedra de Pedro, el representante de Cristo en la tierra (Canon 904). Antes de comulgar debemos confesar todos los pecados mortales: "quien come y bebe sin discernir el Cuerpo, come y bebe su propia condenación" (1 Cor 11,29; Rm 14,23). ¿Otros pecados mortales? no confesarse con el Sacerdote al menos una vez al año (CDC 989), no comulgar al menos en tiempo pascual (920), abortar (todos los métodos anticonceptivos no barrera son abortivos), promover el aborto (derecho a decidir, derechos (i)reproductivos, fecundación artificial), planificación natural sin causa grave, deseo o actividad sexual fuera del matrimonio por iglesia, privar de Misa a niños en uso de razón, borrachera, drogas, comer a reventar, envidia, calumnia, odio o deseo de venganza, ver pornografía, robo importante, chiste o burla de lo sagrado… ver más en http://www.iesvs.org/p/blog-page.html
Si no ponemos los medios para confesamos lo antes posible y nos sorprende la muerte sin arrepentirnos, nos auto-condenamos al infierno eterno (Catecismo 1033-41; Mt. 5,22; 10, 28; 13,41-50; 25, 31-46; Mc 9,43-48, etc.). Estos son pecados mortales objetivamente, pero subjetivamente, pueden ser menos graves, si hay atenuantes como la ignorancia. Pero ahora que lo sabes, ya no hay excusa (Jn 15,22).
† Misal
vie 4a. Sem Pascua
Antífona de Entrada
Te daré gracias entre las naciones, Señor; contaré tu fama a mis hermanos. Aleluya.
Oración Colecta
Oremos:
Señor Dios, origen de nuestra libertad y de nuestra salvación, escucha las súplicas de quienes te invocamos; y ya que nos has salvado por la sangre de tu Hijo, haz que vivamos siempre en ti y en ti encontremos la felicidad eterna.
Por nuestro Señor Jesucristo...
Amén.
Primera Lectura
Resucitando a Jesús, Dios ha cumplido la promesa que nos hizo
Lectura de los Hechos de los apóstoles 13, 26-33
En aquellos días, habiendo llegado Pablo a Antioquía, decía en la sinagoga:
"Hermanos, descendientes de Abrahán, y los que, sin serlo, honran a Dios, es a ustedes a quienes se dirige este mensaje de salvación. Ciertamente, los habitantes de Jerusalén y sus autoridades no reconocieron a Jesús, y al condenarlo cumplieron las palabras de los profetas que se leen todos los sábados. Sin haber encontrado en él ningún delito que mereciera la muerte, pidieron a Pilato que lo matara.Y después de cumplir todo lo que acerca de él estaba escrito, lo bajaron del madero y lo pusieron en un sepulcro.
Pero Dios lo resucitó de entre los muertos. Durante muchos días se apareció a los que lo habían seguido desde Galilea a Jerusalén, los cuales son ahora sus testigos ante el pueblo.
Y nosotros les anunciamos esta buena noticia: que la promesa hecha a nuestros antepasados, Dios la ha cumplido entre nosotros, sus descendientes, resucitando a Jesús, como está escrito también en el salmo
segundo: Tú eres mi hijo, yo te he engendrado hoy".
Palabra de Dios.
Te alabamos, Señor.
Salmo Responsorial Sal 2, 6-7.8-9.10-11
Tú eres mi hijo: Yo te he engendrado hoy.
"Yo mismo he establecido a mi rey en Sión, mi monte santo". Voy a proclamar el decreto del Señor; él me ha dicho: "Tú eres mi hijo, yo te he engendrado hoy".
Tú eres mi hijo: Yo te he engendrado hoy.
Pídemelo, y te daré las naciones en herencia, en propiedad todos los países del mundo. Los romperás con cetro de hierro, los quebrarás como jarro de loza.
Tú eres mi hijo: Yo te he engendrado hoy.
Y ahora, reyes, reflexionen, aprendan, gobernantes de la tierra. Sirvan al Señor con temor.
Tú eres mi hijo: Yo te he engendrado hoy.
Aclamación antes del Evangelio
Aleluya, aleluya.
Yo soy el camino, la verdad y la vida; nadie va al Padre sino por mí, dice el Señor.
Aleluya.
Evangelio
Yo soy el camino, la verdad y la vida
† Lectura del santo Evangelio según san Juan 14, 1-6
Gloria a ti, Señor.
En aquel tiempo dijo Jesús a sus discípulos:
"No se inquieten. Crean en Dios y crean también en mí. En la casa de mi Padre hay lugar para todos; si no fuera así, ya lo habría dicho; ahora voy a prepararles ese lugar. Una vez me haya ido y les haya preparado el lugar, regresaré y los llevaré conmigo, para que puedan estar donde voy a estar yo. Ustedes ya saben el camino para ir adonde yo voy".
Tomás le dijo:
"Pero, Señor, no sabemos adónde vas, ¿cómo vamos a saber el camino?"
Jesús le respondió:
"Yo soy el camino, la verdad y la vida. Nadie puede llegar hasta el Padre, sino por mí".
Palabra del Señor.
Gloria a ti, Señor Jesús.
Oración sobre las Ofrendas
Acepta, Señor, con bondad las ofrendas que te presentamos y ayúdanos a conservar tu gracia para alcanzar un día la felicidad eterna.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
Amén.
Prefacio
Restauración universal por el misterio pascual
En verdad es justo y necesario, es nuestro deber y salvación glorificarte siempre, Señor; pero más que nunca en este tiempo en que Cristo, nuestra Pascua, ha sido inmolado.
Porque en él fue demolida nuestra antigua miseria, reconstruido cuanto estaba derrumbado y renovada en
plenitud la salvación.
Por eso,
con esta efusión de gozo pascual, el mundo entero se desborda de alegría, y también los coros celestiales, los ángeles y los arcángeles, cantan sin cesar el himno de tu gloria:
Antífona de la Comunión
Cristo, nuestro Señor, fue condenado a muerte por nuestros pecados y resucitado para nuestra justificación. Aleluya.
Oración después de la Comunión
Oremos:
Dios todopoderoso, que tu amor proteja siempre a quienes has salvado por medio de la pasión de tu Hijo, y que Cristo resucitado sea la fuente de todas nuestras alegrías.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
Amén
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Dia 12/05-1 San Pancracio (Mártir, rojo)
Antífona de Entrada
Este santo luchó hasta la muerte por la ley de Dios y no se aterrorizó ante la amenaza de los impíos, pues estaba afianzado sobre roca firme.
Oración Colecta
Oremos:
Dios omnipotente y misericordioso, que mantuviste firme en medio de los tormentos a tu santo mártir Pancracio; protege a quienes celebramos hoy su triunfo, para que no caigamos nunca en las tentaciones del enemigo.
Por nuestro Señor Jesucristo...
Amén.
Primera Lectura
Señor Jesús, recibe mi espíritu
Lectura del libro de los Hechos de los Apóstoles 7, 55-60
En aquellos días, Esteban, lleno del Espíritu Santo, miró al cielo, vio la gloria de Dios y a Jesús, que estaba de pie a la derecha de Dios, y dijo:
"Estoy viendo los cielos abiertos y al Hijo del hombre de pié a la derecha de Dios".
Entonces los miembros del sanedrín gritaron con fuerza, se taparon los oídos y todos a una se precipitaron sobre él. Lo sacaron fuera de la ciudad y empezaron a apedrearlo. Los falsos testigos depositaron sus mantos a los pies de un joven, llamado Saulo.
Mientras lo apedreaban, Esteban repetía esta oración: "Señor Jesús, recibe mi espíritu. Después se puso de rodillas y dijo con fuerte voz:
"Señor, no les tomes en cuenta este pecado".
Diciendo esto, se durmió en el Señor.
Palabra de Dios.
Te alabamos, Señor.
Salmo Responsorial
Del salmo 102
Bendice al Señor, alma mía.
Bendice al Señor, alma mía, y todo lo que soy, su santo nombre. Bendice al Señor, alma mía, y no eches al olvido sus favores.
Bendice al Señor, alma mía.
Pues el Señor perdona tus pecados y tus dolencias cura; él rescata tu vida del sepulcro y te colma de amor y de ternura.
Bendice al Señor, alma mía.
El Señor es clemente y bondadoso, lento al enojo, pronto a la indulgencia; no está siempre acusando ni su rencor por siglos alimenta.
Bendice al Señor, alma mía.
Como un padre amoroso con su hijo así es tierno el Señor con quien lo quiere; pues sabe bien de lo que estamos hechos y no olvida que somos barro débil.
Bendice al Señor, alma mía.
El amor del Señor por siempre permanece, y su justicia llega hasta los hijos y a la generación siguiente de los hombres que cumplen con su alianza y sus leyes recitan y obedecen.
Bendice al Señor, alma mía.
Aclamación antes del Evangelio
Aleluya, aleluya.
Quien permanece en el amor, permanece en Dios, y Dios en él, dice el Señor.
Aleluya.
Evangelio
Si a mí me han perseguido, también a ustedes los perseguirán
+ Lectura del santo Evangelio según san Juan 15, 18-21
En aquel tiempo, Jesús a sus discípulos:
"Si el mundo los odia, sepan que me ha odiado a mí antes que a ustedes. Si fueran del mundo, el mundo los amaría como cosa suya; pero el mundo los odia porque no son del mundo, pues al elegirlos, yo los he separado del mundo.
Acuérdense de lo que les dije: "
el siervo no es superior a su Señor". Si a mí me han perseguido, también a ustedes los perseguirán, y el caso que han hecho de mis palabras lo harán de las de ustedes. Todo esto se lo van a hacer por mi causa, pues no conocen a aquel que me envío".
Palabra del Señor.
Gloria a ti, Señor Jesús.
Oración sobre las Ofrendas
Santifica, Señor, con tu bendición estas ofrendas y enciende en nosotros ese amor a ti, por el que tu santo mártir Pancracio fue capaz de soportar todos los tormentos.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
Amén.
Prefacio
Testimonio y ejemplo de los mártires
En verdad es justo y necesario, es nuestro deber y salvación, darte gracias siempre y en todo lugar, Señor, Padre santo, Dios todopoderoso y eterno, por Cristo, Señor nuestro.
Porque la sangre del glorioso mártir san Pancracio, derramada como la de Cristo para proclamar su fidelidad a ti, manifiesta tu admirable poder, que convierte la fragilidad en fortaleza y al hombre débil robustece para que sea testigo tuyo.
Por eso,
como los ángeles te cantan en el cielo, así nosotros en la tierra te aclamamos diciendo si cesar:
Antífona de la Comunión
Si alguno quiere venir en pos de mí, que se niegue a sí mismo, que tome su cruz y que me siga, dice el Señor.
Oración después de la Comunión
Oremos:
Que el sacramento que hemos recibido nos dé, Señor, la misma fortaleza con la que tu santo mártir Pancracio fue fiel en tu servicio y generoso en el sufrimiento.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
Amén
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Día 12/05-2 Santos Nereo y Aquiles (Mártires Rojo)
Antífona de Entrada
Los santos, que siguieron las huellas de Cristo, viven gozosos en el cielo. Derramaron la sangre por su amor; por eso se alegran con Cristo para siempre.
Oración Colecta
Oremos:
Concédenos, Señor, que nuestras oraciones nos sirven de alegría y ayuda, para que, al celebrar la fiesta anual de los santos mártires san Nereo y Aquiles, imitemos su constancia en la fe.
Por nuestro Señor Jesucristo...
Amén.
Primera Lectura
Son los que han pasado por la gran persecución.
Lectura del libro del Apocalipsis del apóstol san Juan 7, 9-17
Yo, Juan, vi una muchedumbre tan grande, que nadie podía contarla. Eran individuos de todas las naciones y razas, de todos los pueblos y lenguas. Todos estaban de pie, delante del trono y del Cordero; iban vestidos con una túnica blanca; llevaban palmas en las manos y exclamaban con voz poderosa:
"¡La salvación viene de nuestro Dios, que está sentado en el trono, y del Cordero!"
Y todos los ángeles que estaban alrededor del trono, de los ancianos y de los cuatro seres vivientes, cayeron rostro en tierra delante del trono y adoraron a Dios, diciendo:
"Amén. La alabanza, la gloria, la sabiduría, la acción de gracias, el honor, el poder y la fuerza, se le deben para siempre a nuestro Dios".
Entonces uno de los ancianos me preguntó:
"¿Quiénes son y de dónde han venido los que llevan la túnica blanca?"
Yo le respondí:
"Señor mío, tú eres quien lo sabe".
Entonces él me dijo:
"Son los que han pasado por la gran persecución y han lavado y blanqueado su túnica con la sangre del Cordero. Por eso están ante el trono de Dios y le sirven día y noche en su templo, y el que está sentado en el trono los protegerá continuamente.
Ya no sufrirán hambre ni sed, no los quemará el sol ni los agobiará el calor. Porque el Cordero, que está en medio del trono, será su pastor y los conducirá a las fuentes del agua de la vida, y Dios enjugará de sus ojos toda lágrima".
Palabra de Dios.
Te alabamos Señor.
Salmo Responsorial
Del salmo 123
Nuestra alma se salvó como un ave de la trampa del cazador.
De no estar el Señor de nuestra parte cuando nos perseguían nos habrían ahí tragado vivos; contra nosotros tanto ardía su ira.
Nuestra alma se salvó como un ave de la trampa del cazador.
Las aguas nos habrían arrollado, nos habría el torrente sumergido; tragado nos habría el turbulento río.
Nuestra alma se salvó como un ave de la trampa del cazador.
Las redes se rompieron y escapamos de ellas. Nuestra ayuda nos viene del Señor que hizo el cielo y la tierra.
Nuestra alma se salvó como un ave de la trampa del cazador.
Aclamación antes del Evangelio
Aleluya, aleluya.
Dichosos los perseguidos por causa de la justicia, porque de ellos es el Reino de los cielos, dice el Señor.
Aleluya.
Evangelio
Los llevarán a ustedes ante gobernadores y reyes por mi causa; así darán testimonio de mí ante ellos y ante los paganos
+ Lectura del santo Evangelio según san Mateo 10, 17-22
Gloria a ti, Señor.
En aquel tiempo, Jesús dijo a sus apóstoles:
"Cuídense de la gente, porque los llevarán a los tribunales, los azotarán en las sinagogas, los llevarán ante gobernadores y reyes por mi causa; así darán testimonio de mí ante ellos y ante los paganos. Pero, cuando los enjuicien, no se preocupen por lo que van a decir o por la forma de decirlo, porque en ese momento se les inspirará lo que han de decir. Pues no serán ustedes los que hablen, sino el Espíritu de su Padre el que hablará por ustedes.
El hermano entregará a su hermano a la muerte, y el padre a su hijo; los hijos se levantarán contra sus padres y los matarán; todos los odiarán a ustedes por mi causa, pero el que persevere hasta el fin, se salvará".
Palabra del Señor.
Gloria a ti, Señor Jesús.
Oración sobre las Ofrendas
Recibe, Padre santo, las ofrendas que te presentamos en la fiesta de tus mártires Nereo y Aquiles; y concédenos la gracia de permanecer siempre firmes en la confesión de tu nombre.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
Amén.
Prefacio
Testimonio y ejemplo de los mártires
En verdad es justo y necesario, es nuestro deber y salvación, darte gracias siempre y en todo lugar, Señor, Padre santo, Dios todopoderoso y eterno, por Cristo, Señor nuestro.
Porque la sangre de los gloriosos mártires san Nereo y Aquileo derramada como la de Cristo para proclamar su fidelidad a ti, manifiesta tu admirable poder, que convierte la fragilidad en fortaleza y al hombre débil robustece para que sea testigo tuyo.
Por eso,
como los ángeles te cantan en el cielo, así nosotros en la tierra te aclamamos diciendo si cesar:
Antífona de la Comunión
Ustedes son los que han perseverado conmigo en mis pruebas, y yo les transmito el Reino, dice el Señor: comerán y beberán a mi mesa en mi Reino.
Oración después de la Comunión
Oremos:
Señor y Dios nuestro, que iluminaste el misterio de la cruz en la muerte gloriosa de tus mártires; escucha nuestra súplica y haz que, fortalecidos por este sacrificio, nos unamos a Cristo fielmente y trabajemos en la Iglesia por la salvación de todos los hombres.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
Amén
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† Meditación diaria
Pascua. 4ª semana. Viernes
LEER Y MEDITAR EL EVANGELIO
— Para leer con fruto el Santo Evangelio.
— Contemplar en él la Santísima Humanidad de Cristo.
— El Señor nos habla a través de los Libros Sagrados. La Palabra de Dios es siempre actual.
I. Jesucristo es para cada hombre Camino, Verdad y Vida1, nos anuncia el Evangelio de la Misa. Quien le conoce sabe la razón de su vida y de todas las cosas; nuestra existencia es un constante caminar hacia Él. Y es en el Santo Evangelio donde debemos aprender la ciencia suprema de Jesucristo2, el modo de imitarle y de seguir sus pasos. "Para aprender de Él, hay que tratar de conocer su vida: leer el Santo Evangelio, meditar aquellas escenas que el Nuevo Testamento nos relata, con el fin de penetrar en el sentido divino del andar terreno de Jesús.
"Porque hemos de reproducir, en la nuestra, la vida de Cristo, conociendo a Cristo: a fuerza de leer la Sagrada Escritura y de meditarla"3. Queremos identificarnos con el Señor, que nuestra vida en medio de nuestros quehaceres sea reflejo de la suya, y "para ser ipse Christus hay que mirarse en Él. No basta con tener una idea general del espíritu de Jesús, sino que hay que aprender de Él detalles y actitudes. Y, sobre todo, hay que contemplar su paso por la tierra, sus huellas, para sacar de ahí fuerza, luz, serenidad, paz.
"Cuando se ama a una persona se desean saber hasta los más mínimos detalles de su existencia, de su carácter, para así identificarse con ella. Por eso hemos de meditar la historia de Cristo, desde su nacimiento en un pesebre, hasta su muerte y su resurrección"4.
Debemos leer el Evangelio con un deseo grande de conocer para amar. No podemos pasar las páginas de la Escritura Santa como si se tratara de un libro cualquiera. "En los libros sagrados, el Padre, que está en el Cielo, sale amorosamente al encuentro de sus hijos para conversar con ellos"5. Nuestra lectura ha de ir acompañada de oración, pues sabemos que Dios es el autor principal de esos escritos santos. En ellos, y de modo especial en el Evangelio, está "el alimento del alma, la fuente límpida y perenne de la vida espiritual"6. "Nosotros –escribe San Agustín– debemos oír el Evangelio como si el Señor estuviera presente y nos hablase. No debemos decir: "felices aquellos que pudieron verle". Porque muchos de los que le vieron le crucificaron; y muchos de los que no le vieron, creyeron en Él. Las mismas palabras que salían de la boca del Señor se escribieron, se guardaron y se conservan para nosotros"7.
Para leer y meditar el Santo Evangelio con fruto debemos hacerlo con fe, sabiendo que contiene la verdad salvadora, sin error alguno, y también con piedad y santidad de vida. La Iglesia, con la asistencia del Espíritu Santo, ha guardado íntegro e inmune de todo error el impagable tesoro de la vida y de la doctrina del Señor para que nosotros, al meditarla, nos acerquemos con facilidad a Él y luchemos por ser santos. Y solo en la medida en que queramos ser santos penetraremos en la verdad íntima contenida en estos santos libros, solo entonces gustaremos el fruto divino que encierran. ¿Valoramos nosotros este inmenso tesoro que con tanta facilidad podemos tener en nuestras manos? ¿Buscamos en él el conocimiento y el amor cada día mayores a la Santa Humanidad del Señor? ¿Pedimos ayuda al Espíritu Santo cada vez que comenzamos la lectura del Santo Evangelio?
II. No se ama sino aquello que se conoce bien. Por eso es necesario que tengamos la vida de Cristo "en la cabeza y en el corazón, de modo que, en cualquier momento, sin necesidad de ningún libro, cerrando los ojos, podamos contemplarla como en una película; de forma que, en las diversas situaciones de nuestra conducta, acudan a la memoria las palabras y los hechos del Señor.
"Así nos sentiremos metidos en su vida. Porque no se trata solo de pensar en Jesús, de representarnos aquellas escenas. Hemos de meternos de lleno en ellas, ser actores. Seguir a Cristo tan de cerca como Santa María, su Madre, como los primeros doce, como las santas mujeres, como aquellas muchedumbres que se agolpaban a su alrededor. Si obramos así, si no ponemos obstáculos, las palabras de Cristo entrarán hasta el fondo del alma y nos transformarán (...).
"Si queremos llevar hasta el Señor a los demás hombres, es necesario ir al Evangelio y contemplar el amor de Cristo"8.
Nos acercamos al Evangelio con el deseo grande de contemplar al Señor tal como sus discípulos le vieron, observar sus reacciones, su modo de comportarse, sus palabras...; verlo lleno de compasión ante tanta gente necesitada, cansado después de una larga jornada de camino, admirado ante la fe de una madre o de un centurión, paciente ante los defectos de sus más fieles seguidores...; también le contemplamos en el trato habitual con su Padre, en la manera confiada como se dirige a Él, en sus noches en oración..., en su amor constante por todos.
Para quererle más, para conocer su Santísima Humanidad, para seguirle de cerca debemos leer y meditar despacio, con amor y piedad. El Concilio Vaticano II "recomienda insistentemente a todos los fieles (...) la lectura asidua de la Sagrada Escritura (...), pues "desconocer la Escritura es desconocer a Cristo" (San Jerónimo). Acudan –dice– al texto mismo: en la liturgia, tan llena de palabras divinas; en la lectura espiritual..."9.
Haz que vivamos siempre de ti, le pedimos al Señor en la Misa de hoy10. Pues bien, este alimento para nuestra alma, que diariamente debemos procurarnos, es fácil de tomar. Apenas requiere tres o cuatro minutos cada día, pero poniendo amor. "Esos minutos diarios de lectura del Nuevo Testamento, que te aconsejé –metiéndote y participando en el contenido de cada escena, como un protagonista más–, son para que encarnes, para que "cumplas" el Evangelio en tu vida..., y para "hacerlo cumplir""11.
III. ¡Cuán dulces son a mi paladar tus palabras, más que la miel para mi boca!12.
San Pablo enseñaba a los primeros cristianos que la palabra de Dios es viva y eficaz13. Es siempre actual, nueva para cada hombre, nueva cada día, y, además, palabra personal porque va destinada expresamente a cada uno de nosotros. Al leer el Santo Evangelio, nos será fácil reconocernos en un determinado personaje de una parábola, o experimentar que unas palabras están dirigidas a nosotros. Muchas veces y de muchas maneras habló Dios en otro tiempo a nuestros padres por el ministerio de los Profetas; últimamente, en estos días, nos ha hablado por su Hijo14. Estos días son también los nuestros. Jesucristo sigue hablando. Sus palabras, por ser divinas y eternas, son siempre actuales. En cierto modo, lo que narra el Evangelio está ocurriendo ahora, en nuestros días, en nuestra vida. Es actual la marcha y la vuelta del hijo pródigo; la oveja que anda perdida y el Pastor que ha salido a buscarla; la necesidad de la levadura para convertir la masa, y de la luz para iluminar la oscuridad del pecado...
El Evangelio nos revela lo que es y lo que vale nuestra vida y nos traza el camino que debemos seguir. El Verbo –la Palabra– es la luz que ilumina a todo hombre15. Y no hay hombre al que no se dirija esta Palabra. Por eso el Evangelio debe ser fuente de jaculatorias, que alimenten la presencia de Dios durante el día, y tema de oración muchas veces.
Si meditamos el Evangelio, encontraremos la paz. Salía de Él una virtud que sanaba a todos16, comenta en cierta ocasión el Evangelista. Y esa virtud sigue saliendo de Jesús cada vez que entramos en contacto con Él y con sus palabras, que permanecen eternamente.
El Evangelio debe ser el primer libro del cristiano porque nos es imprescindible conocer a Cristo; hemos de mirarlo y contemplarlo hasta saber de memoria todos sus rasgos. El Santo Evangelio nos permite meternos de lleno en el misterio de Jesús, especialmente hoy, cuando tantas y tan confusas ideas circulan sobre el tema más trascendental para la Humanidad desde hace veinte siglos: Jesucristo, Hijo de Dios, piedra angular, fundamento de todo hombre. "No os descarriéis entre la niebla, escuchad más bien la voz del pastor. Retiraos a los montes de las Santas Escrituras, allí encontraréis las delicias de vuestro corazón, nada hallaréis allí que os pueda envenenar o dañar, pues ricos son los pastizales que allí se encuentran"17.
En muchas ocasiones será conveniente hacer la lectura cotidiana del Evangelio a primera hora del día, procurando sacar de esa lectura una enseñanza concreta y sencilla que nos ayude en la presencia de Dios durante la jornada o a imitar al Maestro en algún aspecto de nuestro comportamiento: estar más alegres, tratar mejor a los demás, estar más atentos hacia aquellas personas que sufren, ofrecer el cansancio... Así, casi sin darnos cuenta, se podrá cumplir en nosotros este gran deseo: "Ojalá fuera tal tu compostura y tu conversación que todos pudieran decir al verte o al oírte hablar: este lee la vida de Jesucristo"18.
Y esto será un gran bien no solo para nosotros, sino también para quienes viven, trabajan o pasan a nuestro lado.
1 Cfr. Jn 14, 6. — 2 Flp 3, 8. — 3 San Josemaría Escrivá, Es Cristo que pasa, 14. — 4 Ibídem, 107. — 5 Conc. Vat. II, Const. Dei Verbum, 21. — 6 Ibídem. — 7 San Agustín, Coment. al Evangelio de San Juan, 30. — 8 San Josemaría Escrivá, Es Cristo que pasa, 107. — 9 Conc. Vat. II, Const. Dei Verbum, 25. — 10 Oración colecta de la Misa. — 11 San Josemaría Escrivá, Surco, n. 672. — 12 Sal 118, 103. — 13 Cfr. Heb 4, 12. — 14 Cfr. Heb 1, 1. — 15 Jn 1, 9. — 16 Lc 6, 19. — 17 San Agustín, Sermón 46 sobre los pastores. — 18 San Josemaría Escrivá, Camino, n. 2.
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† Santoral (si GoogleGroups corta el texto, lo encontrará en www.iesvs.org)
Beato Álvaro del Portillo, siervo bueno y fiel Obispo y Prelado del Opus Dei
Álvaro del Portillo fue un hombre fiel y un trabajador incansable al servicio de la Iglesia. En 1935, mientras estudiaba Ingeniería, se incorporó al Opus Dei. En 1944 recibió la ordenación sacerdotal. Fue colaborador estrecho de san Josemaría y se convirtió en su primer sucesor al frente del Opus Dei. Recibió numerosos encargos de la Santa Sede, especialmente en el Concilio Vaticano II. En 1991 recibió la ordenación episcopal. Fue beatificado el 27 de septiembre de 2014. Su fiesta se celebra el 12 de mayo.
Infancia y juventud
Álvaro del Portillo nació en Madrid el 11 de marzo de 1914, era el tercero de ocho hermanos. Sus padres fueron Clementina Diez de Sollano, mexicana, y Ramón del Portillo y Pardo, español.
Después de cursar el bachillerato en el Colegio El Pilar (Madrid), ingresó en la Escuela de Ingenieros de Caminos, Canales y Puertos, en la que terminó sus estudios en 1941. Trabajó en diversas entidades estatales. A la vez, estudió Filosofía y Letras (Sección de Historia) y se doctoró en 1944 con la tesis Descubrimientos y exploraciones en las costas de California.
Infancia y juventud
Álvaro del Portillo nació en Madrid el 11 de marzo de 1914, era el tercero de ocho hermanos. Sus padres fueron Clementina Diez de Sollano, mexicana, y Ramón del Portillo y Pardo, español.
Después de cursar el bachillerato en el Colegio El Pilar (Madrid), ingresó en la Escuela de Ingenieros de Caminos, Canales y Puertos, en la que terminó sus estudios en 1941. Trabajó en diversas entidades estatales. A la vez, estudió Filosofía y Letras (Sección de Historia) y se doctoró en 1944 con la tesis Descubrimientos y exploraciones en las costas de California.
Junto a san Josemaría
En 1935 se incorporó al Opus Dei, institución de la Iglesia Católica que había sido fundada siete años antes por san Josemaría Escrivá de Balaguer. Recibió directamente del fundador la formación y el espíritu propios de aquel nuevo camino en la Iglesia. Desarrolló una amplia labor de evangelización entre sus compañeros de estudio y trabajo y, desde 1939, realizó un intenso apostolado por diferentes ciudades de España.
El 25 de junio de 1944 fue ordenado sacerdote por el obispo de Madrid, Mons. Leopoldo Eijo y Garay, junto con José María Hernández Garnica y José Luis Múzquiz: eran los tres primeros sacerdotes del Opus Dei, después del fundador.
En Roma
En 1946 se trasladó a Roma, pocos meses antes de que fijara allí su residencia san Josemaría, con el que convivió también en los años siguientes. El Opus Dei recibió entonces las primeras aprobaciones jurídicas de la Santa Sede. Para Álvaro del Portillo empieza otra época decisiva en la que, entre otras cosas, realizará —con su actividad intelectual junto a san Josemaría y con su trabajo en la Santa Sede— una honda reflexión sobre el papel y la responsabilidad de los fieles laicos en la misión de la Iglesia, a través del trabajo profesional, la familia y las relaciones sociales.
Entre 1947 y 1950 empujó la expansión apostólica del Opus Dei en Roma, Milán, Nápoles, Palermo y otras ciudades italianas. Promovió actividades de formación cristiana y atendió sacerdotalmente a numerosas personas.
El 29 de junio de 1948, el fundador del Opus Dei erigió en Roma el Colegio Romano de la Santa Cruz, centro internacional de formación del que Álvaro del Portillo fue primer rector y en el que enseñó teología moral (1948-1953). En ese mismo año (1948) obtuvo el doctorado en Derecho Canónico en la Universidad Pontificia de Santo Tomás (Angelicum).
Durante sus años en Roma, los papas, desde Pío XII hasta Juan Pablo II, lo llamaron a desempeñar numerosos encargos, como miembro o consultor de 13 organismos de la Santa Sede. Participó activamente en el Concilio Vaticano II. Juan XXIII lo nombró consultor de la Sagrada Congregación del Concilio (1959-66). En las etapas previas al Vaticano II, fue presidente de la Comisión para el Laicado. Ya en el curso del Concilio (1962-65) fue secretario de la Comisión sobre la Disciplina del Clero y del Pueblo Cristiano. Terminado este evento eclesial, Pablo VI lo nombró consultor de la Comisión postconciliar sobre los Obispos y el Régimen de las Diócesis (1966). Fue también, durante muchos años, consultor de la Congregación para la Doctrina de la Fe, de la Congregación del Clero, de la Congregación de las Causas de los Santos y del Pontificio Consejo para las Comunicaciones Sociales.
Además, Álvaro del Portillo estuvo siempre al lado de san Josemaría, ayudándolo en las tareas de evangelización y de gobierno pastoral del Opus Dei, y lo acompañó en sus numerosos viajes apostólicos a países de Europa y de América.
Primer sucesor de san Josemaría
Tras el fallecimiento de san Josemaría, en 1975, Álvaro del Portillo fue elegido para sucederlo al frente del Opus Dei. El 28 de noviembre de 1982, cuando san Juan Pablo II erigió el Opus Dei en prelatura personal, lo designó prelado de la nueva prelatura. Ocho años después, el 7 de diciembre de 1990, lo nombró obispo y, el 6 de enero de 1991, le confirió la ordenación episcopal en la basílica de San Pedro. Su ardiente afán de ganar almas para Cristo quedó reflejado en su lema episcopal: Regnare Christum volumus!
A lo largo de los años en que estuvo al frente del Opus Dei, el beato Álvaro promovió el comienzo de la actividad de la prelatura en 20 nuevos países. En sus viajes pastorales, que lo llevaron a los cinco continentes, predicó a miles de personas el amor a Dios, a la Virgen, a la Iglesia y al Papa, y transmitió con persuasiva simpatía el mensaje cristiano de san Josemaría acerca de la santidad en la vida ordinaria. Además, estimuló la puesta en marcha de numerosas iniciativas sociales y educativas.
Álvaro del Portillo es autor de publicaciones sobre materias teológicas, canónicas y pastorales: Fieles y laicos en la Iglesia (1969), Escritos sobre el sacerdocio (1970) y numerosos textos dispersos, gran parte de ellos recogidos póstumamente en el volumen Rendere amabile la Verità. Raccolta di scritti di Mons. Álvaro del Portillo, publicado en 1995 por la Libreria Editrice Vaticana. En 1992 se publicó el volumen Intervista sul Fondatore dell'Opus Dei, fruto de sus conversaciones con el periodista italiano Cesare Cavalleri, sobre la figura de san Josemaría, que ha sido traducido a varias lenguas.
Mons. Álvaro del Portillo murió en Roma en la madrugada del 23 de marzo de 1994, pocas horas después de regresar de una peregrinación a Tierra Santa. La víspera había celebrado su última misa en la iglesia del Cenáculo de Jerusalén. El mismo día de su fallecimiento, Juan Pablo II acudió a rezar ante sus restos mortales, que ahora reposan en la cripta de la iglesia prelaticia de Santa María de la Paz.
Hacia los altares
Desde el día de su muerte, mucha gente empezó a pedir su intercesión para obtener favores del cielo y miles de personas testimoniaron acerca de su amor a la Iglesia —que se manifestaba en su profunda comunión con el Papa y los obispos—, su caridad con todos y su solicitud infatigable por sus hijas e hijos en el Opus Dei, su bondad, el calor de su sonrisa, su humildad y sencillez, el olvido de sí, su fortaleza, su serenidad, la paz interior que su palabra comunicaba, su audacia sobrenatural y su prudencia.
En 2004, diez años después de su fallecimiento, se abrió en Roma el proceso para su beatificación y canonización. El 28 de junio de 2012, Mons. Álvaro del Portillo fue declarado venerable y, el 27 de septiembre de 2014, fue beatificado en Madrid, en una misa presidida por el cardenal Angelo Amato a la que asistieron más de 200.000 personas provenientes de todo el mundo. El Papa Francisco se hizo presente en la ceremonia a través de una carta en la que hacía este retrato del nuevo beato: "Especialmente destacado era su amor a la Iglesia, esposa de Cristo, a la que sirvió con un corazón despojado de interés mundano, lejos de la discordia, acogedor con todos y buscando siempre lo positivo en los demás, lo que une, lo que construye. Nunca una queja o crítica, ni siquiera en momentos especialmente difíciles, sino que, como había aprendido de san Josemaría, respondía siempre con la oración, el perdón, la comprensión, la caridad sincera".
La fiesta del beato Álvaro se celebra el 12 de mayo, aniversario de su primera comunión.
Video sobre su vida:
Sitio espectacular dedicado a él:
http://www.opusdei.org/es/section/mons-alvaro-del-portillo/
ORACIÓN
Dios Padre misericordioso, que concediste al Beato Álvaro, Obispo, la gracia de ser, con la ayuda de Santa María, Pastor ejemplar en el servicio a la Iglesia y fidelísimo hijo y sucesor de San Josemaría, Fundador del Opus Dei: haz que yo sepa también responder con fidelidad a las exigencias de la vocación cristiana, convirtiendo todos los momentos y circunstancias de mi vida en ocasión de amarte y de servir al Reino de Jesucristo. Dígnate otorgar la canonización del Beato Álvaro, y concédeme por su intercesión el favor que te pido... (pídase). Así sea.
Padrenuestro, Avemaría, Gloria.
Se ruega a quienes obtengan gracias por intercesión del Beato Álvaro del Portillo, que las comuniquen a la Prelatura del Opus Dei. Oficina para las Causas de los Santos - Calle Diego de León, 14, 28006 Madrid; o al Email:
ocs.es arroba opusdei.org
Oración para niños
Jesús, Tú que amaste al beato Álvaro: ayúdame a quererte mucho, como él te quiso a Ti, a la Virgen María y a san José.
Don Álvaro: Ayúdame a ser obediente a mis padres y profesores. Ayúdame a portarme bien con mis hermanos y mis amigos. Ayúdame a estudiar mucho también cuando no tenga ganas, y a ser muy generoso con los demás.
Ahora reza el Padrenuestro (Padre nuestro, que estás en el cielo...).
Con licencia eclesiástica
Aquí están los pdf para imprimir en casa y difundir (sobre todo en acción de gracias por los milagros concedidos):
http://www.opusdei.org/es/article/rezar-a-don-alvaro/
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Imelda Lamertini, Beata Virgen, Mayo 12
Fuente: Parroquia Sagrada Familia
Patrona de los niños Martirologio Romano: En Bolonia, de la Emilia, beata Imelda Lambertini, virgen, aceptada desde muy pequeña como monja en la Orden de Predicadores y que, siendo aún joven, después de haber recibido de modo admirable la Eucaristía, entregó inmediatamente su espíritu (1333).
La tradición dice que la Beata Imelda Lambertini, hija del Conde Egano Lambertini de Boloña y Castora Galuzzi, fue una niña devota y piadosa que entró en la vida religiosa a la edad de nueve años.
Queremos que Dios diga sí o no, y que lo diga en el momento. Si no podemos obtener una respuesta inmediata, queremos algún signo de que Dios ha escuchado nuestra petición y al menos está considerando seriamente el asunto. Demasiado a menudo sin embargo, lanzamos nuestras plegarias en dirección al cielo, sin estar nunca seguros de que hayan sido realmente recibidas. |
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Nereo, Aquineo y Pancracio
Mártires
San Nereo y Aquineo. Siglo I.
Estos dos militares estaban al servicio de Flavia Domitila una de las primeras señoras de Roma. El historiador Eusebio dice que esta noble dama era sobrina del Emperador Domiciano y que el tal mandatario la envió al destierro, porque ella se había declarado seguidora de Jesucristo. Con Domitila fueron enviados también al destierro San Nereo y San Aquileo, porque proclamaban su fe en el Divino Redentor. Afirma San Jerónimo que el destierro fue tan cruel y tan largo que les sirvió de martirio. Después otro emperador mandó que les cortaran la cabeza y así tuvieron el honor de derramar su sangre por proclamar su fe. El Papa San Dámaso escribió en el año 400 la siguiente inscripción en la tumba de estos dos mártires: "Nereo y Aquileo pertenecían al ejército del emperador. Pero se negaron a cumplir ciertas órdenes que a ellos les parecían crueles. Al convertirse al cristianismo abandonaron toda violencia y prefirieron tener que abandonar el ejército antes que ser crueles con los demás. Proclamaron su amor a Cristo en esta tierra y ahora gozan de la amistad de Cristo en la eternidad".
San Pancracio. Año 304.
El doce de mayo se celebra también la fiesta de San Pancracio, un jovencito romano de sólo 14 años, que fue martirizado por declarase creyente y partidario de Nuestro Señor Jesucristo.
Dicen que su padre murió martirizado y que la mamá recogió en unos algodones un poco de la sangre del mártir y la guardó en un relicario de oro, y le dijo al niño: "Este relicario lo llevarás colgado al cuello, cuando demuestres que eres tan valiente como lo fue tu padre".
Un día Pancracio volvió de la escuela muy golpeado pero muy contento. La mamá le preguntó la causa de aquellas heridas y de la alegría que mostraba, y el jovencito le respondió: "Es que en la escuela me declaré seguidor de Jesucristo y todos esos paganos me golpearon para que abandonara mi religión. Pero yo deseo que de mí se pueda decir lo que el Libro Santo afirma de los apóstoles: "En su corazón había una gran alegría, por haber podido sufrir humillaciones por amor a Jesucristo". (Hechos 6,41).
Al oír esto la buena mamá tomó en sus manos el relicario con la sangre del padre martirizado, y colgándolo al cuello de su hijo exclamó emocionada: "Muy bien: ya eres digno seguidor de tu valiente padre".
Como Pancracio continuaba afirmando que él creía en la divinidad de Cristo y que deseaba ser siempre su seguidor y amigo, las autoridades paganas lo llevaron a la cárcel y lo condenaron y decretaron pena de muerte contra él. Cuando lo llevaban hacia el sitio de su martirio (en la vía Aurelia, a dos kilómetros de Roma) varios enviados del gobierno llegaron a ofrecerle grandes premios y muchas ayudas para el futuro si dejaba de decir que Cristo es Dios. El valiente joven proclamó con toda la valentía que él quería ser creyente en Cristo hasta el último momento de su vida. Entonces para obligarlo a desistir de sus creencias empezaron a azotarlo ferozmente mientras lo llevaban hacia el lugar donde lo iban a martirizar, pero mientras más lo azotaban, más fuertemente proclamaba él que Jesús es el Redentor del mundo. Varias personas al contemplar este maravilloso ejemplo de valentía se convirtieron al cristianismo.
Al llegar al sitio determinado, Pancracio dio las gracias a los verdugos por que le permitían ir tan pronto a encontrarse con Nuestro Señor Jesucristo, en el cielo, e invitó a todos los allí presentes a creer siempre en Jesucristo a pesar de todas las contrariedades y de todos los peligros. De muy buena voluntad se arrodilló y colocó su cabeza en el sitio donde iba a recibir el hachazo del verdugo y más parecía sentirse contento que temeroso al ofrecer su sangre y su vida por proclamar su fidelidad a la verdadera religión.
Allí en Roma se levantó un templo en honor de San Pancracio y por muchos siglos las muchedumbres han ido a venerar y admirar en ese templo el glorioso ejemplo de un valeroso muchacho de 14 años, que supo ofrecer su sangre y su vida por demostrar su fe en Dios y su amor por Jesucristo.
San Pancracio: ruégale a Dios por nuestra juventud que tiene tantos peligros de perder su fe y sus buenas costumbres.
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Fuente: Enciclopedia Católica | ACI Prensa
Mamerto de Vienne, Santo Obispo, Mayo 11
Obispo Martirologio Romano: En Vienne, en la Galia Lugdunense, san Mamerto, obispo, que, con motivo de una inminente desgracia, instituyó en esta ciudad unas solemnes letanías para el triduo preparatorio de la fiesta de la Ascensión del Señor (c. 475).
Obispo de Vienne, su fecha de nacimiento es desconocida; murió poco después del año 475. Con respecto a la vida de Mamerto antes de su ascenso a la sede de Vienne, nada se conoce con certeza acerca de él. El hecho de que su hermano, Claudianus Mamerto, el escritor teológico, recibió en su juventud una firme enseñanza en retórica, y disfrutaba de la compañía del Obispo Eucherius de Lyons (434-50), sugiere que los hermanos pertenecían a una familia opulenta de la ciudad de Galo en la provincia de Lyons. |
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Fuente: Corazones.org
Pancracio, Santo Mártir Adolescente, Mayo 12
Mártir Adolescente Martirologio Romano: San Pancracio, mártir, que, según la tradición, murió también en Roma en plena adolescencia por su fe en Cristo, siendo sepultado en la vía Aurelia, a dos miliarios de la Urbe. El papa san Símaco levantó una célebre basílica sobre su sepulcro y el papa san Gregorio I Magno convocaba a menudo al pueblo en torno al mismo sepulcro, para que recibieran el testimonio del verdadero amor cristiano. En este día se conmemora la sepultura de este mártir romano (s. IV in.).
Huérfano de 14 años traído a Roma por su tío. Se convirtió a la fe y fue martirizado al día siguiente de su bautismo, rechazando premios y ayudas para el futuro si renegaba de su fe. Luego de dar las gracias a sus verdugos, no dudó en sacrificar su juventud para mantenerse fiel a Cristo. ORACIÓN |
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Fuente: Enciclopedia Católica | ACI Prensa
Juana de Portugal, Beata Monja, Mayo 12
Monja Dominica Martirologio Romano: En Aveiro, en Portugal, beata Juana, virgen, hija del rey Alfonso V, que renunció a contraer matrimonio en varias ocasiones, prefiriendo servir en la Orden de Predicadores e ingresar en el monasterio de Aveiro, convirtiéndose en refugio de pobres, huérfanos y viudas (1490).
Nació en Lisboa, el 16 de Febrero de 1452; murió en Aveiro, el 12 de Mayo de 1409; la hija de Alfonso V, Rey de Portugal, y su esposa Elizabeth. |
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Fuente: santopedia.com
Epifanio de Salamina, Santo Obispo, Mayo 12
Obispo de Constancia, antigua Sálamis Martirologio Romano: En Salamina, en Chipre, san Epifanio, obispo, el cual sobresalió por su vasta erudición y por su conocimiento de las ciencias sagradas, y fue admirable también por su santidad de vida, por su celosa defensa de la fe católica, por su generosidad para con los pobres y por su poder taumatúrgico (403).
Nace alrededor del año 315 en una aldea cercana a Eleuterópolis, no lejos de Gaza, en Palestina (cfr. Sozomeno, Historia Eclesiástica). |
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Domingo de la Calzada, Santo Presbítero, Mayo 12
Patrono de los Ingenieros de Caminos, canales y puertos Martirologio Romano: En la región de Castilla, en España, en la localidad que posteriormente fue distinguida con su nombre, santo Domingo de la Calzada, presbítero, que dispuso puentes y caminos empedrados para uso de los peregrinos jacobeos y, movido por su inmensa piedad, construyó también un hospital de peregrinos, provisto de salas destinadas a socorrerles (1060/1109).
Domingo García, conocido como Santo Domingo de la Calzada (Viloria de Rioja, provincia de Burgos, 1019 - † Santo Domingo de la Calzada, La Rioja, 12 de mayo de 1109). Fue un religioso de España y uno de los mayores impulsores del Camino de Santiago. |
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Germán de Constantinopla, Santo Obispo, Mayo 12
Obispo Martirologio Romano: En Constantinopla, san Germán, obispo, el cual, insigne por su doctrina y virtudes, refutó con gran persuasión el edicto contra las imágenes sagradas promulgado por el emperador León el Isáurico (733).
Nació el 635, siendo Heráclio emperador bizantino. Su padre fue un prestigioso patricio, llamado Justiniano, muerto alrededor del 669 por orden del suspicaz o envidioso emperador Constantino Pogonato. |
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Fuente: santiebeati.it
Felipe de Agira, Santo Presbítero, Mayo 12
Presbítero Martirologio Romano: En Agira, en Sicilia, san Felipe, presbítero, que, oriundo de Tracia, se estableció en esta ciudad (s. V).
La vida de este san ha sido escrita por un monje llamado Eusebio, que se dice compañero de Felipe, el que le nació en Tracia, región al sudeste de la península balcánica, en aquel entonces provincia romana, en los tiempos de Arcadio emperador romano de oriente, (395 -408). |
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Fuente: santiebeati.it
Rictrudis de Marchiennes, Santa Abadesa, Mayo 12
Abadesa Martirologio Romano: En el monasterio de Marchiennes, en la región de Cambray, en Austrasia, santa Rictrudis, abadesa, quien, después de la violenta muerte de su esposo Adalbaldo, tomó el santo velo religioso por consejo de san Amando, gobernando con gran acierto a sus monjas en ese monasterio (c. 688).
Santo Rictrudis nació cuanto en Gascuña (Francia) en el 612 de una familia tan rica como devota. En joven edad tuvo como director espiritual San Amando de Maastricht, desterrado justamente a aquella región por el rey Dagoberto, a quien condenó su conducta licenciosa. |
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Fuente: Martirologio Romano
Otros Santos y Betos Completando el santoral de este día, Mayo 12
San Cirilo, mártir |
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Fuentes: IESVS.org; EWTN.com; hablarcondios.org, Catholic.net, misalpalm.com
Mensajes anteriores en: http://iesvs-org.blogspot.com/
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